Milagro y diker en Toledo

Hoy es viernes y estoy exhausto. Me dirijo al monasterio de los carmelitas descalzos para llevar el primer diker “regular” naqshbandi que se celebrará en Toledo. Menuda responsabilidad. No sé ni si seré capaz de llegar al edificio, estoy tan cansado que apenas puedo caminar. Qué caray, estoy tan cansado que apenas puedo pensar, como para po…