"Haqq" (La Realidad Divina) fue la primera palabra de Ibrahim, en un árabe claro y dulce. Y muy pronto se le empezó a escuchar recitando "Allah".
Con tres meses ya pasaba largos ratos haciendo diker, es decir, repitiendo "Allah, Allah, Allah...", una y otra vez, bella y acompasadamente, como una nana o una salmodia.
De nuevo, la pronunciación …