NUEVA PAGINA «Preguntas al Sheik Ahmad Dedé»

Salam aleikum wRahmatullah wBarakatuh

¡Alhamdullilah! estamos de enhorabuena, pues ahora en el blog de las actividades de nuestro querido Sheik Dedé  grupohaqqanirabbani.blogspot.es tendremos la oportunidad de plantearle preguntas personales.
En este nuevo espacio tendremos la posibilidad de formular a Sheik Ahmad Dedé, preguntas e inquietudes espirituales. No todos los días se tiene acceso al infinito océano de conocimiento y amor que son los corazones de los siervos   especiales de Dios.

 

A tan inefable entrega y generosidad únicamente podemos decir !gracias !

Muy amablemente se ha prestado a ofrecer este servicio urbi et orbe, a todo tipo de personas, contribuyendo así a dulcificar e iluminar mente y corazón.
Las respuestas serán editadas periódicamente respetando el anonimato del que consulta, para que todo el mundo pueda beneficiarse de su lectura.

Para obtener vuestras respuestas tan sólo tenéis que enviarlas a grupohaqqannirabbani@gmail.com

21 opiniones en “NUEVA PAGINA «Preguntas al Sheik Ahmad Dedé»”

  1. GURU NANAK I. Humildad

    En Talvandi, en las orillas del Raví cerca de la actual Lahore, vivió Mehta Kalú, de la casta de los Kshatrya, del clan o familia de los Vedi y su mujer Tripta, era un granjero y patvari (contable del producto de las cosechas) al servicio del señor feudal del pueblo Rae Bular, un rajput musulmán del linaje de los Bhatti, descendiente de Rae Bhoe.

    Kalú era hijo de Sivaram y Banarasi, y su familia había venido del distrito de Amritsar algunos años atrás. En el seno de esta familia vino al mundo Guru Nanak.

    Nanak pasó su infancia cuidando los búfalos en los campos. Pero su corazón se hallaba siempre buscando a Dios y a menudo dejaba todo y se retiraba a meditar a un lugar solitario.

    La devoción de Nanak no complacía a sus padres, quienes esperaban que al ser su único hijo, se encargase de los negocios de la familia.

    Consiguieron al fin casarle, para distraer su mente de pensamientos divinos, con Sulakhani, la hija de Baba Mulaji de Batala.

    En 1497 nació su hijo Shrichand y tres años más tarde vino Lakshmidas. Pero Nanak prestaba poca atención a su familia, meditaba mucho y cada vez se iba alejando del mundo. Su única compañía eran los faquires y sadhus a los cuales alimentaba con comida de los campos de su padre. Finalmente, sus padres, cansado:. de su conducta, le enviaron a Sultanpur, a casa de su cuñado Jairam, el cual le introdujo en la corte de Navab Burela Rhan. Nanak complació al rey y obtuvo un puesto de recaudador que condujo con gran acierto, contentando a todos con su honestidad.

    El veinte de agosto de 1507 fue el día de su destino. Después de su baño matinal en el río, Nanak se sentó a meditar y escuchó la llamada de Dios. Después de tres días sumido en profunda meditación Nanak volvió a este mundo sorprendiendo a todos, pues le creían ahogado en el río. Dejó su puesto y distribuyó sus bienes entre los pobres, y tan sólo con sus vestiduras de kashaya como sannyasi, partió a pie acompañado por su fiel Mardana.

    En su primer viaje (1507-1515) El Baba y Mardana visitaron Aimanabad. Allí fueron recibidos por un rico de la casta más alta, Molak Bhago, e invitados a una fiesta; y Nanak comenzó su ministerio rompiendo los prejuicios de la casta acudiendo a casa de Lalo, un pobre carpintero y sudra, y pasó la noche en su compañía cantando bhajans al Señor.

    Cuando Bhago, a la mañana siguiente, protestó por su conducta, el Guru le dijo que su pan estaba impregnado de la sangre de los pobres oprimidos, y dicho y hecho, tomó una

    hogaza de pan de la casa del rico y otra de Lalo; partió ambas y de una brotó sangre y de la otra la leche de la bondad humana.

    Partieron siempre juntos hacia Haridwar para la luna llena de Vaisakhi. Y viendo a los hindúes arrojar en las celebraciones agua hacia el Este en nombre de sus antepasados,

    el Baba comenzó a echarla hacia el Oeste. Cuando fue interpelado sobre su extraño proceder, replicó: «Estoy regando mis campos resecos de Talwandi». Todos se rieron de él, pero Nanak respondió que si el agua podía llegar hasta sus antepasados, indudablemente podía llegar hasta sus campos que, al fin y al cabo, se hallaban más cercanos. De esta manera el Baba ridiculizó sus ritos supersticiosos.

    Prosiguiendo su camino hacia el sureste, los dos viajeros se encontraron a un grupo de yoguis a los que Nanak reveló la experiencia de la verdadera religión, y fue adorado por ellos.

    Cerca de pilibhit se sentó bajo un árbol seco de pipul y éste reverdeció. Luego visitaron Ayodhya y Prayag y llegaron a Kasi (Varanasi), donde el Guru habló contra la idolatría

    ante varias sectas e indujo al Pandit Chatur-das a abandonar su culto al saligram, revelándole el conocimiento de la verdad. En Gaya mostró la necedad de alegrarse ante el nacimiento de un niño cuando días más tarde la risa se tornó en llanto ante su muerte.

    Permaneció cuatro meses en Patna con Salas Rai Janhari y luego visitó Gorakhpur, donde quizá se hallaba Kabir en ese tiempo (pues éste murió en Maghar en fechas muy próximas).

    Después de aquí se fue a Assam en el extremo noroeste de India. En algún lugar de esta remota región, en Kamarup, la reina Nursharir intentó repetidamente incitarle con sus malicias pero ella misma fue convertida y, arrepentida, se hizo una devota de Nanak. También se dice que en un lugar solitario, Kaliyug, el espíritu del deseo mundano le tentó ofreciéndole palacios de perlas y reinos tan grandes como el mundo, pero Nanak se burló de él.

    Bajaron luego hacia la vecina Bengala, donde en un pueblo los dos amigos fueron recibidos con insultos y arrojados del lugar. Al partir, Guru Nanak bendijo el lugar, deseándole prosperidad.

    En otro pueblo fueron recibidos con amor y hospitalidad y Mardana quedó estupefacto cuando su Maestro predijo que aquel lugar sería arrasado. Cuando fue interrogado por su conducta, Nanak respondió: «Cuando estas gentes se diseminen por el país en busca de cobijo, por su piedad y devoción muchos miles serán salvados».

    Siguieron hacia el sur del Brahmaputra y tomaron un barco hasta Puri. Allí acudieron a cantar el Arti vespertino al gran templo. Nanak, mientras todos cantaban en pie, se mantuvo sentado y cantó su propio himno. Luego que hubo concluido comenzó a dar Satsang en el templo; todos estaban maravillados y reconociéndole se postraron ante él pidiéndole su divino Conocimiento. Un cierto brahmín, celoso de Nanak, le apostrofó duramente en público y el Baba, jugando, le escondió su Lotha y todos se rieron cuando el brahmín. Urgido por una inaplazable necesidad, la buscaba en vano.

    Continuaron luego por tierra y mar hacia Rameswaram donde satirizó a los Jainas del sur y mediante el Satsang hizo su devoto a un brutal reyezuelo de una pequeña isla del

    camino.

    De Rameswaram cruzó el mar hacia Ceilán donde hizo flolecer el jardín yermo del Raja Shri Nabhi, convirtiéndole en su devoto tras innumerables y durísimas pruebas.

    Volviendo a India subieron por la costa oeste hacia las orillas del Narbada, donde Nanak compuso su Raga Dakhani Oamkar en un templo de Shiva y convirtió a un grupo de bandidos thags. Siguieron hacia el oeste y visitaron Somnath y Dwaraka, donde Krishna reinó una vez, y retornaron a casa a través del desierto de Bikaner .

    Fue en este desierto donde Mardana, acuciado por el hambre y la sed, le puso a Nanak la condición, para continuar a su lado, de que fuera alimentado de la misma forma que él (el Baba se alimentaba sólo de Néctar divino, el cual bebía en meditación). Nanak asintió y le reveló el Conocimiento supremo del Néctar de la inmortalidad y del Santo Nombre.

    Luego llegaron a Ajmer y visitaron al gran devoto vaishanava Bhakta Dhannaji en Pushkara, tras lo cual arribaron a Mathura y por último a Vindravan, donde viendo a unos actores bailando el Krishna Lila con simulada emoción. Nanak satirizó su espectáculo y sus miras a sacar el dinero del devoto.

    En Delhi hizo revivir a un elefante muerto, pero cuando el emperador Sikandar Lodi le ordenó repetir el milagro para su entretenimiento, el Baba lo hizo morir de nuevo diciendo: «Es sólo Dios quien destruye y da la vida «.

    En la tumba de un santo musulmán en Panipat, fue bienvenido con el usual saludo «¡Assalam aleikum! » (la paz sea contigo). Y Nanak replicóles “¡Salam Alekh!» (gloria al Señor invisible). Los sufis que se hallaban en la tumba quedaron sorprendidos ante un visitante tan inusual y con gran respeto le preguntaron quién era. Nanak les respondió hablándoles del Conocimiento del Santo Nombre y de la necesidad de conocerle. Luego todos los presentes fueron iniciados por el Guru.

    En su camino de vuelta a casa visitó a su hermana Nanaki y a su esposo Jairam en Sultampur y luego acampó cerca de Talvandi, su ciudad natal, donde vio a sus afligidos padres, prometiéndoles que pronto serían reconfortados. Posteriormente el Baba partió hacia Lahore como invitado del rico Dunichand para la ceremonia del Shraddha de su padre, aprovechando la ocasión para ridiculizar tales ritos y convertir a los asistentes en sus devotos.

    En Pathandi convirtió a muchos pathanes y luego visitó a su esposa e hijos en Batala a las orillas del río Beas: a su tío le predijo que el emperador Babar conquistaría muy pronto todos los reinos pathanes en India.

    Por último y después de ocho años de recorrer el país, cuando tenía 46 años, se estableció en Kartarpur en enero de 1516 y consoló a sus ancianos padres trayéndoles a vivir con él.

    Después de dos años de descanso en Kartarpur, el Baba y Mardana partieron hacia Uttarkhan, donde el Guru convirtió a un grupo de siddhas y yoguis, revelándoles lo que el verdadero yoga significa. Luego, tras una breve visita a Kartarpur para consolar a sus padres, y después de pasar por Pasrur y Eminabad, se encaminaron a Sialkot. Aquí hizo devoto a un pandit, por nombre Brahma-das, el cual, después de varias pruebas le entregó su vida, haciéndose su discípulo.

    Luego el Guru visitó Shri Nagar y cruzó las montañas hacia el monte Sumeru, en el corazón de los Himalayas, donde el Señor Shiva tiene su morada. Siguió después hasta

    Pathankot, donde visitaron a un famoso santo musulmán, Sheik Mian Mitha, con el que Nanak mantuvo una conversación en verso en la que le convenció de que sólo el Nombre de Dios es verdad y ningún profeta o santo puede enseñar a nadie sin conocer este Sagrado Nombre. El Sheikh cayó a sus pies y le fue revelado el Conocimiento del Nombre real.

    De aquí regresaron a Kartarpur.

    Llevando unas vestiduras de color azul, el Baba comenzó su último y largo viaje, siempre con Mardana a su lado. Esta vez fue directo hacia Pakapattan, a la casa de Sheikh Ibrahim, el sucesor de Sheik Farid y un gran santo sufi. Con él Nanak pasó toda la noche enseñándole en una conversación en verso.

    A la mañana siguiente el ego de Sheikh Ibrahim había cedido.

    Este reconoció la divinidad del Baba y postrándose a sus pies le pidió ser aceptado como discípulo.

    Atravesando Tulambha, descendieron por el sur del Punjab hacia el estado de Bahawalpur.

    Fueron luego a Surat, de donde partieron hacia Jeddah y luego a la Meca, la ciudad santa de los musulmanes. Allí fue despertado bruscamente de su sueño por un sacerdote musulmán que le increpó por tener los pies en dirección a la sagrada Kaaba. Nanak, apaciblemente le pidió que los girase a un lugar donde Dios no estuviera. Frecuentemente enseñaba a las gentes allí mismo, a las puertas del recinto santo, y los niños te seguían por las calles jugando con él.

    De la Meca se encaminaron a Medina donde el Guru destruyó los argumentos de los Kazis predicándoles la verdad suprema e impartiendo a muchos la experiencia directa de Dios a través del Conocimiento del Nombre Supremo.

    Continuó seguidamente hasta Baghdad donde se le invitó a que hiciera de muezzin en la oración de la tarde. Nanak lo hizo, pero cambió las palabras del credo musulmán. La gente, sorprendida, le preguntó a qué secta pertenecía y el Baba respondió: «Yo rechazo toda secta, sólo reconozco al Dios Único en todas partes. y he venido en esta edad para enseñar a la humanidad el camino hacia El». Luego les cantó el Jap-pi, y se dice que cuando el hijo del sumo sacerdote le preguntó qué quería decir cuando se refería a «muchos cielos e inframundos», Nanak le otorgó la visión de algunos de ellos.

    Cruzando la llanura del Irán, siguieron su ruta hacia Balkh, la que fue el hogar del profeta Zoroastro y luego llegaron a Bukhara en el Asia Central. Lentamente fueron retornando a India atravesando Kabul y Peshawar, donde el Guru predicó ante los yoguis del templo de Gorakhnath.

    Atravesando Bhera Sahu y Dinga alcanzó Eminabad, inmediatamente después de la invasión del emperador mongol Babar en el Punjab. Todo estaba sumido en la confusión y las casas pathanes e hindúes habían sido saqueadas e incendiadas.

    Nanak se sintió muy apenado por los sufrimientos de aquellas gentes.

    Fue en este tiempo que el Guru y Mardana cayeron en manos de Mir Khan, oficial de Babar, y fueron hechos esclavos. Babar acudió a verlo en persona y, reconociendo su divinidad, le dejó en libertad. Nanak le pidió que no prosiguiera su invasión, a lo cual Babar asintió y humildemente pidió además consejo sobre la mejor forma de gobernar. El Baba le respondió que tratara a su pueblo con justicia y misericordia y le profetizó que si así lo hacía su imperio permanecería durante largo tiempo.

    De esta forma Guru Nanak salvó a la India en esa época de los horrores y miserias que la invasión mongol hubiera cansado. Después de este largo viaje y su estrecho y provechoso contacto con el conquistador mongol, el Baba se asentó a vivir en paz en Kartarpur casi para el resto de sus días.

    En Kartarpur, Nanak se ocupó de trabajar vigorosamente en los campos del ashram. Gradualmente devotos de todas las regiones visitadas por el Baba, comenzaron a llegar al lugar para ofrecer sus vidas a Nanak.

    Durante esa época (1521-1539), Nanak escribió muchos de los himnos que había cantado en sus viajes y que Mardana conservaba guardados en su memoria. Así fueron escritos en vida de Mardana el Jap-ji, el Asa y el Majh Ragas. Al morir aquél, su hijo Shahzada continuó su labor.

    Nanak desechó sus siempre anacrónicos atavíos y vistió una sencilla ropa común. Diariamente daba Satsang a las gentes que acudían a verle, enseñándoles cómo vivir en el mundo y al mismo tiempo mantener la mente concentrada en el señor, siempre implorando por su Gracia.

    Cientos de miles de personas recibieron el Pahul (la iniciación suprema o experiencia directa de Dios) volviéndose devotos del Señor .

    Su atractivo personal, sus palabras persuasivas y la simplicidad que emanaba de su amor divino ganaba el corazón de aquellos que le escuchaban y hacía las delicias de sus devotos.

    Guru Nanak predicó el abandono de todas las formas y complicaciones sin sentido para aferrarse a la única, simple y esencial Verdad a través de la experiencia que por su gracia recibían cuando el Conocimiento eterno les era revelado. Encomió, asimismo, el abandono de las castas y de todas las formas de orgullo y ego y enseñó a buscar refugio en el Nombre.

    En esos días cada mañana los Sikhs repetían el Jap-ji y la Raga Asa en la presencia de su Guru, siguiendo tras éstos numerosos himnos más.

    El Baba conversaba con ellos, explicando y contestando preguntas. Luego cantaban Arti y después seguía el desayuno, que tomaban todos reunidos como una gran familia. Más canciones, satsang y servicio completaban el día y después del Rahiras, a la puesta del Sol, cenaban juntos y cantaban más himnos hasta las diez de la noche, hora en la que, tras el canto del Sohila, se disponían a meditar.

    Alrededor del final de 1531, el Guru escribió su exquisito poema místico «Bara Mah» sobre los doce meses, siendo su tema la unión del alma con Dios. Un día de 1532, Lahana, el sacerdote de Durga en Khadur, fue llevado ante el Guru por unos amigos y vio a la diosa adorando los pies de Nanak. Al punto se entregó en cuerpo y alma al Baba y se convirtió en su devoto más ferviente.

    En cierta ocasión sus amigos felicitaron a Nanak por haber logrado tantos discípulos y éste replicó que en realidad tenía muy pocos amantes verdaderos. Acto seguido asumió

    una forma terrible y al instante huyeron de su lado despavoridos, otros se pararon tan sólo para recoger sus pertenencias o un poco de dinero y echaron a correr también. Unicamente tres devotos y Lahana permanecieron con él. El Guru les pidió entonces que comieran un cuerpo en descomposición y sólo Lahana se dispuso a hacerlo; entonces fue elegido como sucesor de Nanak, y la carroña se transformó en dulce prasad.

    Incluso los dos hijos de Nanak demostraron su imperfecta obediencia. Mas por intercesión de Lahana todos los desertores fueron perdonados y volvieron al lado de su Guru.

    En los comienzos de 1539, el Guru asistió al festival de Sivaratri en Achal Batala, donde escribió el Sidha Goshti, que se cree que es un documento de un Satsang que Nanak dio a ciertos yoguis y sidhas seguidores de Gorakhnath. Grandes muchedumbres reverenciaron su paso por aquel festival. Luego el Baba continuó hacia Pakapathan y visitó de nuevo al Sheikh Ibrahim. Después fue a Dipalpur y llegó hasta la.lejana ciudad de Multran. Por último, retornando a través de Lahore, regresó a casa donde permaneció en el Ashram por el resto de sus días.

    GURU NANAK II. GURU ANGAD. Obediencia

    Lo que Nanak buscó principalmente en su sucesor no era una mente cultivada sino una obediencia a los mandatos del Guru. La historia que sobre él se relata en la vida de ashram del Baba es bastante significativa al respecto. Bhai Lahana nació cuatro horas antes det amanecer el 31 de marzo de 1504, en Matte de Saran, cerca de Muktsar en el distrito de Ferozpur. Su padre, Bhai Feruji, era un mercader, y sacerdote al mismo tiempo de la Diosa Durga. Cuando su aldea fue saqueada por la invasión de Babar, el joven partió con su padre, su esposa Khiri y sus hijos Dasu, Datu y Amro a la ciudad de Khadur , donde se estableció.

    Después de dos años en Khadur, Bhai Feruji murió y Lahana se convirtió en el cabeza de familia.

    Una mañana, en 1532, Lahana tuvo la oportunidad de escuchar a Bhai Jodhe cantando los himnos de su Guru Nanak y quedó tan encantado por su belleza que al instante marchó hacia Kartarpur para ver a tan famoso santo. Encontró a Nanak trabajando en los campos, cortando hierba con sus propias manos y al punto comenzó a servirle como su Guru, llevando fardos de maleza sobre su cabeza. Aquella misma tarde tuvo una visión en la que apareció la Diosa de la familia, haciendo padapuja a Nanak y su vida quedó sellada por el destino.

    Una breve visita a casa fue suficiente para despachar sus asuntos domésticos para siempre y se trasladó a vivir a Kartarpur para servir a Nanak y disfrutar de su compañía.

    La humildad de Lahana y sus voluntariosos servicios barriendo las estancias de sus visitantes, lavando sus ropas y haciendo toda clase de tareas, ganaron el corazón del Guru. Diariamente acostumbraba a bañarse mucho antes del amanecer y luego se sentaba a meditar ante el Guru durante largo tiempo. Una y otra vez Nanak puso a prueba su paciencia, su fidelidad y su obediencia y siempre salió triunfante de ellas. Después de tres años, en 1535 fue enviado a casa, a su aldea, donde el Guru le visitó dos veces. En su segunda visita el Baba cambió su nombre y abrazándole le llamó » Angi-khud» y añadió: «De aquí en adelante no hay diferencia entre tú y yo», y luego le llevó de vuelta a Kartarpur .

    El 2 de setiembre de 1539 el Guru mandó a Bhai Budha poner la marca de tilak4 en la frente de Angada y le proclamó el futuro Guru sentándole en el gaddi real. Pero los hijos de Nanak Srih-chand y Lakhsmi-das se molestaron tanto que Nanak envió a su querido discípulo a Khadur, donde durante seis meses vivió sumido en intensa meditación, tomando tan sólo como alimento diario una pequeña cantidad de leche y

    no recibiendo a nadie. Los Sikhs estaban desconsolados por la ausencia de su elegido, pero por largo tiempo nadie pudo encontrarlo hasta que se le fue revelado a Bhai Budha durante una profunda meditación. Cuando con tres Sikhs más fueron a buscarle, vieron cómo su cara irradiaba como la de Guru Nanak, y Angad accedió a ser su Guru en obediencia a la voluntad de su propio Guru.

    Era ciertamente de un carácter benigno y de profunda compasión. Le agradaba sobremanera jugar con los niños y a menudo tomaba parte en sus juegos. Todo lo que llegaba a sus manos lo distribuía entre los pobres viviendo en la más estricta simplicidad. Después de su meditación matinal, daba satsang y curaba a los enfermos que acudían a verle.

    Al igual que su Guru, Angad también enseñaba que el camino espiritual come’nzaba desde dentro y que nadie podía caminar hacia el Señor si antes no le era revelado el Conocimiento Supremo, la experiencia de la verdad dentro de su ser.

    En otro orden de cosas, Angad modificó la escritura del alfabeto panjabi, para que pudiera ser más fácilmente comprendido por las gentes sencillas. Este alfabeto Gurumukhi rompió el monopolio de la enseñanza que los brahmines ejercían sobre las gentes de India e hizo girar a los hindúes hacia una nueva era. De sus propias memorias y de las de Bhai Bala y otros discípulos, Guru Angad escribió la primera vida o Janam Sakhi de Guro Nanak, el cual fue el primer trabajo en prosa hecho en este nuevo lenguaje.

    Se encargó también de organizar personalmente la cocina del Ashram, supervisando las comidas que se servían a los pobres, a los devotos ya los visitantes por igual.

    Un día el emperador Humayun acudió al lugar y se le dijo que debía esperar para entrevistarse con el Guru que se hallaba sumido en profundo éxtasis. Encolerizado por este desaire desenvainó la espada. Cuando al fin fue recibido por Angad, éste le profetizó que durante algún tiempo vagaría en el exilio pudiendo al final volver al trono. y esto fue la que acaeció.

    Al igual que hiciera Guru Nanak, Angad nombró su sucesor a su devoto y servidor Amar-Das en lugar de a sus dos hijos. Guru Angad dejó su cuerpo el 4 de marzo de 1552.

    GURU NANAK III. AMAR DAS. Igualdad

    Amar Das nació el 5 de mayo de 1479 en Vasarka, en el distrito de Amritsar; sus padres eran Tejbhan y Bakht Kaur.

    Impelido por las tradiciones familiares de hallar un Guru, comenzó a buscarlo y un día escuchó que en un poblado cercano se hallaba el perfecto Guru, Baba Angad, y que aquel que recibiera su iniciación cruzaría el océano de la existencia. Así, pues, Amar Das se fue a Khadur y ya ante Angad se aferró a sus pies y le imploró la salvación. Guru Angad lo recibió complacido y lo hizo su sirviente.

    Se cuenta que Amar Das era tan consciente del servicio a su Guru que no comía alimento alguno del Ashram sino que ganaba su subsistencia vendiendo aceite y sal a la gente.

    El hacía para Angad todo servicio personal al igual que Angad hizo a su vez a Nanak. Así solía traer diariamente para sus abluciones una jarra de agua del río Govindral, que estaba a dos Kos de distancia.

    Se cuenta que una noche, cuando volvía con el agua del río, en la oscuridad tropezó y cayó en un hoyo hecho por un trampero. Cuando éste, que vivía al lado del camino, al oír el ruido preguntó a su mujer quién sería, aquélla respondió:

    «¿Quién puede ser a estas horas ? Será algún desafortunado Amarú (sin hogar)». Amar Das se incorporó y volviendo al no, llenó de nuevo su jarra y se presentó ante el Guru.

    Angad escuchó que la gente llamaba a Amar Das «el sin hogar». Y complacido por su sinceridad y devoción le estrecho entre sus brazos y le dijo: «Amarú no es el sin hogar sino que desde este día el Señor ha hecho de él el hogar de los sin hogar y el asilo de aquellos que carecen de él.

    Durante este tiempo, un devoto construyó en Govindval una nueva ciudad para la comunidad Sikh. Guru Angad probó su obediencia, pidiéndole que fuese a ayudar en las obras y dejando por lo tanto la preciosa presencia de su adorado Maestro. Al principio Amar Das tenía que dormir allá pudiendo acudir durante el día al Ashram para recibir el darshan de su Señor, mas luego la prueba se hizo más severa, teniendo que permanecer en servicio continuo. Incluso sufrió una herida en un pie, que le aquejaba grandemente pero Amar Das se alegraba de que el dolor le mantuviera despierto, pues así podía recordar a Dios todo el tiempo.

    Después de la muerte de Guru Angad, Amar Das cambió su residencia a la nueva Govindval donde empezó su misión.

    El hijo de Angad, Datu, sublevándose contra la voluntad de su padre, se erigió como Guru y con un ejército de fanáticos expulsó a Amar Das de Govindval. Este se retiró a su pueblo natal de Vasarka. Con el tiempo y al ver que nadie le aceptaba, Datu dejó la ciudad santa, después de haberse llevado todo lo que había de valor. Se dice que en el camino de regreso a su casa fue robado y herido gravemente.

    Bhai Buddha acudió ante Amar Das y le rogó que volviese. Este perdonó a Datu ya todos sus enemigos y retornó a Govindval.

    Guro Amar Das dividió el área en el que el Sikhism había sido propagado en 22 manja o diócesis, cada una de ellas a la tutela de uno de sus devotos predilectos, quienes organizaban los satsang (discursos espirituales) donde se reunían los Sikhs para cantar las glorias del Señor. El también preparó y envió a 4 hombres y 52 mujeres de viaje por todo el país con la misión de revelar el sagrado Conocimiento a quienes lo desearan: dos de ellos fueron a Delhi donde fundaron el primer templo Sikh. Pronto su fama como gran santo se extendió por todas direcciones.

    En cierta ocasión, camino de Lahore, el emperador Akbar acudió a verle tratándole con gran reverencia; apreció el simple arroz de la cocina santa como si fuera el más delicado

    néctar. Se dice que Akbar donó una gran riqueza en tierras al Guru, que éste a su vez distribuyó entre los pobres.

    Tal como Guru Angad había hecho con él, Amar Das probó severamente a su nieto, Jetha, para ver si era digno de ser su sucesor. Al fin dio una gran fiesta en la que anunció su pronta partida de este mundo y proclamó a Jetha el continuador de su misión, cambiando su nombre por el de Ram Das.

    Al siguiente día Amar Das dejó su cuerpo. Eran las 10 de la mañana de la luna llena de Bhadron, del 1 de setiembre de 1574.

    GURU NANAK IV. RAM DAS. Servicio

    El 24 de setiembre de 1534, en la familia de Haridas, un piadoso santo residente en Lahore, vino al mundo un pequeño al cual pusieron por nombre Jetha.

    Cuando éste no era más que un muchacho, un día se encontró con un grupo de peregrinos Sikhs que iban a ver a su Guru; uniéndose a ellos, obtuvo así el primer darshan de su Maestro, al que inmediatamente se entregó en cuerpo, mente y alma, quedándose a hacer servicio en el Ashram. Después de un tiempo, Amar Das le dio como esposa a su propia hija Bibi Mohani y le envió a casa para ver a sus padres. A su vuelta al Ashram, Jetha se convirtió en el sirviente personal del Guru, permaneciendo con él día y noche. Un día, Amar Das puso en su cuello una joya preciosa y le llamó: «La misma imagen del Guru, más querido para mí que mi propia vida», prefiriéndole así a sus propios hijos Mohan y Mohari.

    Poco después se le ordenó reformar un viejo pozo cerca del cual Guru Nanak solía acampar. Este pozo fue llamado Amritsar (el pozo del néctar) y pronto se convirtió en el

    primer foco de concentración Sikh, hasta el punto de llegar a ser una gran ciudad y capital religiosa de los Sikhs. La nueva ciudad se llamó Ram Das pur (la ciudad de Ram Das) pero con el tiempo el nombre de Amritsar se extendió a toda la ciudad, olvidándose el primero.

    Cuando Jetha se convirtió en Guru con el nombre de Ram Das, el hijo de su predecesor, Mohan, rehusó reconocerle como tal. Ninguno de los hermanos le ayudaron por tanto

    en servicio en Amritsar, así, pues, durante algún tiempo trabajó solo, ayudado por unos pocos devotos.

    Shric-chand, hijo del primer Guru Nanak, abandonó su retiro del bosque para visitar a Ram Das; en él vio reflejada la misma dulce humildad que poseyera su padre y le reconoció como el verdadero Guru de todos los Sikhs.

    Ram Das, aun careciendo de formación científica, hizo una gran labor literaria componiendo numerosos versos.

    Pasó sus días pacíficamente completamente dedicado al servicio y murió el 3 de marzo de 1581, después de haber nombrado a su hijo Arjuna como sucesor. A partir de Ramdas la sucesión fue hereditaria en la familia, lo que incrementó en gran manera la autoridad del Guru, pues para los Sikhs éste era como su soberano.

    GURU NANAK V. ARJUNA. Sacrificio

    Arjuna o Arjan fue el tercer hijo de Guru Ram-das y el primero de los Gurus que nació en la corte. Vino al mundo el 15 de abril de 1563 en Govindval y sus primeros años transcurrieron junto a su padre y Guru y su madre Bibi Mohani.

    Cuando contaba 16 años fue el único de los hijos que obedeciendo a su padre acudió a una ceremonia de casamiento en Lahore. Al volver a casa aquél le nombró su sucesor y casi inmediatamente dejó su cuerpo.

    Hasta Guru Arjuna los Sikhs habían sido una comunidad relajada y alejada del mundo sin un verdadero enfoque en su Guru. Este estado fue cambiado considerablemente por Arjuna quien fue un Guru activo y emprendedor, y el primer Guru qué se introdujo en la política. El primer objetivo de Arjuna fue crear un libro que sirviera para unir más a los devotos. Así, pues, recolecto todos los poemas de los Gurus precedentes, a los cuales añadió sus propias composiciones y para probar la evidencia que la verdad revelada por los Gurus Sikhs era la misma que la que los grandes santos (Bhagatts) hindúes predicaban, incluyó al final de cada Raga numerosos versos de aquellos. Esta colección miscelánea fue denominada el Granth y considerada como la Biblia de los Sikhs, suplantando gradualmente la autoridad que los Vedas y Puranas ejercían en la época y que de cualquier modo no era accesible más que a unos pocos privilegiados y eruditos, mientras que el Granth se hallaba escrito en su propia lengua vernácula.

    Guru Arjuna fue el primer Guru Sikh que dejando las sencillas vestiduras de sus predecesores vistió como un gran rey, causando las delicias de sus devotos. Bajo su guía, la comunidad Sikh floreció rápidamente despertando las sospechas del gobierno musulmán.

    Habiendo muerto el piadoso Akbar y sin dejar ninguna orden específica sobre cómo tratar al Guru, o a los Sikhs, su sucesor, el malvado J ahangir , fue instigado rápidamente por los enemigos de Arjuna, quienes le acusaron de sedición al haber ayudado al hijo del rey Khusram, que se había alzado en armas contra su padre.

    Arjuna nombró como su sucesor a su joven hijo Har Govind y ante la llamada del emperador fue a responder de los cargos que se le imputaban. Arjuna fue encarcelado en el castillo del desértico distrito de Lahore donde murió a causa del cruel tratamiento recibido.

    Esta cruenta muerte de su Guru conmovió profundamente a la comunidad Sikh y cambió completamente el carácter pacífico de su movimiento reformatorio religioso.

    GURU NANAK VI. GURU HAR GOVIND. Justicia

    Har Govind nació el19 de junio de 1595 en Wadali, donde el Guru se había retirado para evadir a los pathanes, que llamados por un grupo de traidores, venían a saquear Amritsar. Este nacimiento no agradó en modo alguno al hermano de Guru Arjuna, que trató en repetidas ocasiones de matar al niño, administrándole veneno, que éste instintivamente siempre rehusaba beber; se dice incluso que con sus propias manos

    mató una cobra que habían dejado en su cama.

    Guru Arjuna, ante las repetidas amenazas, envió a su hijo al cuidado de Bhai Budha, bajo cuya tutela creció, aprendiendo rápidamente. Su padre antes de su muerte le mandó crear un ejército armado para defender la comunidad.

    Bhai Budha entronó al nuevo Guru, quien hizo cantar el Granth durante diez días y apareció ante los Sikhs con uniforme militar. Pronto formó un gran ejército y una escolta personal con la que pasaba el tiempo cazando y entrenándose, abandonando las antiguas canciones devocionales. Cuando Bhai Budha protestó ante su conducta, el Guru le replicó que en adelante el Conocimiento sería revelado a los humildes y la espada a los que les oprimían.

    Parece ser que el emperador Jahangir le recibió y le cobró gran estima, entregándole a los insidiosos que habían provocado la muerte de su padre, quienes fueron ejecutados públicamente. A Jahangir le sucedió Shah Bahan (1628), al cual en un principio sirvió como guerrero el Guru, pero parece que éste, a petición de su gente, dejó la corte y se estableció con tos Sikhs. Shah Jahan, encolerizado por su conducta, envió a sus tropas contra él, las cuáles tomaron Ram-Das Pur y arrasaron sus propiedades. Har Govind tuvo que huir a Kartapur, donde hubo de enfrentarse a otro enemigo, el pathan Paindah

    Khan.

    Paindah Khan se alió con las autoridades mongolas, quienes le confiaron un gran ejército. Después de una gran batalla, las tropas imperiales fueron derrotadas y Pandah Khan murió a manos del mismo Guru. Las guerrillas y escaramuzas siguieron prácticamente durante toda su vida hasta que a la muerte de su tercera esposa, Har Govind se retiró a Kartarpur , donde vivió una vida sosegada y dedicada a sus devotos. Poco antes de su muerte (el 10 de marzo de 1644), el Guru designó a su nieto Har Rai como sucesor.

    GURU NANAK VII. HAR RAI. Misericordia

    Ya siendo un muchacho, el pequeño Har Rai se destacaba por su sensible carácter. Jamás arrancaba una flor y le complacía caminar bajo los árboles. Sentía también un gran amor por los animales, y creó incluso un pequeño zoo en el jardín de su padre. Recibía con gran alegría y hospitalidad a los invitados y siempre permanecía pacífico e inalterable en toda circunstancia.

    Contaba Har Rai tan sólo catorce años cuando ascendió al trono corno nuevo Guru, continuando su vida tranquila y haciendo las delicias de los devotos con su afabilidad y amor.

    Durante la mayor parte de su vida vivió en Kartarpur, donde falleció el 6 de octubre de 1661, habiendo declarado sucesor a su hijo más joven Har Kisan.

    GURU NANAK VIII. HAR KISAN. Pureza

    A la temprana edad de cinco años, Har Kisan fue llamado a ser el nuevo Guru, guía de los Sikhs. Su hermano mayor Ram-rai, quien había sido desterrado por su padre a causa de su conducta, vivía en aquel tiempo en la corte del emperador Aurangzeb en la capital Delhi. Aduciendo la falta de edad de su hermano, se autoproclamó Guru instigando al emperador en contra de aquél. Aurangzeb, viendo la oportunidad de sembrar confusión entre la comunidad Sikh, llamó al Guru a Delhi, invitándole a la corte. Har Kisan, había sido prevenido por su padre de nunca ver al emperador, pero como los devotos de Delhi lloraban por su darshan, resolvió acudir a la capital, mas, sin presentarse ante Aurangzeb. Mientras el Guru se hallaba en la ciudad causando las delicias de sus devotos, una gran plaga se cernió sobre ella. Har Kisan contrajo la viruela, que pronto consumió su joven cuerpo, y el 30 de marzo de 1664, nombrando sucesor a Teg Bahadur, abandonó su cuerpo mortal.

    GURU NANAK IX. TEG BAHADUR. Valentía

    Teg Bahadur , el hijo más joven de Guru Har Govind, nació a las 2.15 de la mañana del primer día de abril de 1621.

    Fue llamado así porque el Guru profetizó que sería poderoso en el manejo de su espada (tegh).

    Después de haber sido nombrado el nuevo Guru, Teg Bahadur fundó la nueva capital, no lejos de Kartarpur, en un lugar llamado Anandpur, pero no permaneció allí durante

    mucho tiempo. Pronto comenzó a recorrer el país para visitar a sus devotos. Predicó en Gaya, en Benarés y en Schasrawan, donde se alojó en un palacio que un devoto había construido para él mucho tiempo atrás. Por último se estableció en Patva en el distrito de Bihar con su esposa e hijos y allí nació y recibió su educación su hijo y sucesor Govind Singh.

    En aquel tiempo Aurangzeb había resuelto acabar definitivamente con los hindúes, convirtiéndoles a la fuerza mediante brutales masacres y tiranías. Los Pándits de Cachemira, donde más fuerte se hacía la opresión, acudieron ante el Guru en busca de ayuda. Este les replicó que si querían salvar el país, tenían que estar dispuestos a morir. El joven Govind, oyendo esto,. exclamó » ¡Oh padre, tú eres el único digno de hacerlo! » El Guru accedió y mandó a los pandits comunicar al emperador que si podía convertir al Guru sikh todos abrazarían el Islam.

    Este mensaje complació sobremanera a Aurangzeb, quien pensó que sería una tarea fácil de hacer y envió una escolta en su busca.

    El Guru entregó su espada al joven Govind Rai y le estableció como sucesor, ordenándoles destruir la tiranía y vengar su inminente muerte. Luego, dejando Anandpur, fue a pasar la temporada de las lluvias a casa de un devoto musulmán en

    Saifabad. posteriormente el Guru fue visitando a sus devotos y lentamente se encaminó hacia Agra, donde esperó pacientemente su arresto.

    Todos los intentos de Aurangzeb de convertirse al Islam fueron vanos y después de torturarle durante largo tiempo, el emperador, furioso, ordenó que fuera decapitado en la plaza central de Delhi. La ejecución ocurrió en la tarde de un jueves del 11 de noviembre de 1675; unos devotos recogieron su cuerpo, que fue incinerado en medio de un gran dolor.

    Esta muerte brutal afectó incluso a la mente de Aurangzeb, que pronto se arrepintió de lo que había hecho, no volviendo a conocer el descanso desde entonces.

    Los sikhs se convirtieron en una fiera nación y se prepararon para vengar la muerte de su Guru. El norte de India se encendió en odio contra los musulmanes y los hindúes se

    unieron a los sikhs para acabar con la opresión.

    GURU NANAK X. GOVIND SINGH. Coraje

    El niño Govind Rai nació en Patna el 19 de diciembre de 1668. Era un muchacho bravo, activo y desde pequeño demostró su amor al combate. El fuerte sentido del humor que poseía Nanak despuntaba también en Govind, que bromeaba y jugaba con sus devotos aun en los momentos más críticos de su vida.

    Rodeado por toda suerte de peligros, se retiró a las montañas, donde permaneció oculto, practicando la caza y la arquería. Estudió también persa e hindi, y sus composiciones a

    veces recuerdan vagamente al estilo sánscrito.

    Cuando supo la muerte de su padre y su ascensión como sucesor, el joven Guru en persona fue quien encendió la pira de su padre y consoló a los Sikhs.

    A principio el Guru permaneció retirado, dado su corta edad (ocho años), y se ocupó principalmente de formarse para su gran tarea. Cuando su madre Gujari le reprendió por

    su conducta belicosa, diciendo que como Guru debía ser más humilde, el joven le replicó que no utilizaría su espada salvo en defensa propia y que de cualquier forma él conocía su tarea mejor que nadie.

    Su ejército creció, uniéndose a él numerosos hindúes y musulmanes, mientras esperaba el momento de la acción.

    En cierta ocasión, para probar a sus devotos, Guru Govind Singh reunió a todos los discípulos y les dijo que aquel que amara a su Guru debía entregarle su cabeza. La mayoría guardaron silencio aterrorizados, pero cinco de ellos se levantaron y ofrecieron resueltamente sus cabezas. Sus nombres fueron: Dharma Singh, Sukkha Singh, Daya Singh, Himmat Singh y Muhkam Singh. El Guru los llevó consigo a una habitación y complacido por su devoción les reveló el Pahul (Conocimiento) de la verdadera religión.

    De acuerdo a la tradición, la guerra estalló a causa de un elefante que los Rajás de las montañas exigieron a Govind Singh y que éste rehusó entregar.

    Los Rajás formaron un poderoso ejército y marcharon contra Anandpur, donde se libraron feroces batallas, resultando muertos los dos hijos mayores del Guru. Al final los Rajas fueron obligados a replegarse hacia las montañas, desde donde pidieron ayuda al emperador, el cual gratamente cedió sus tropas imperiales y todos juntos atacaron de nuevo Anandpur.

    Cuando Govind Singh vio el peligro de su situación, huyó con sus dos hijos menores y sus cinco devotos mencionados anteriormente a la ciudad de Machuvara, donde se escondió en casa de un humilde discípulo. Pero sus enemigos dieron con su paradero. De nuevo tuvo que huir disfrazado de musulmán con sus cinco sikhs, dejando esta vez a sus hijos en el lugar.

    Los jóvenes, traicionados y capturados por las tropas del emperador, fueron llevados a presencia de Aurangzeb, quien no pudiendo convertirles al Islam, ordenó que fueran empalados vivos. Se dice que el llanto de los niños fue escuchado durante varios días.

    Al enterarse Govind Singh de lo sucedido, cuentan que, desenvainando su espada, de un tajo abatió un grueso árbol y exclamó: » Así serán extirpados los turcos».

    Durante esos tiempos, el Guru fue perseguido sin tregua por las tropas de Aurangzeb, y salvó su vida refugiándose en desiertos y en agrestes zonas. En su huida constante, le fue rechazado incluso el cobijo por sus propios discípulos, temerosos de la ira del emperador, y junto a sus pocos devotos y compañeros vivió errante de un lugar a otro.

    Al fin, en el desierto de Aluktsar; sus enemigos dieron con él, librándose una heroica batalla, en la que perecieron sus cuarenta compañeros y Govind Singh fue dado por muerto. Cuando los musulmanes se retiraron, el Guru, que se había refugiado en una colina cercana, bajó al lugar y lloró amargamente por sus fieles compañeros.

    Su falsa muerte le confirió un momentáneo alivio, aprovechando el cual se asentó en la ciudad de Malva, donde vivió pacíficamente, dedicado completamente a sus devotos. De allí partió a Anandpur, su viejo hogar, donde se estableció de nuevo y vivió sin ser molestado hasta el final del reinado de Aurangzeb (1707). Su hijo y sucesor, Bahadur Shah, tuvo que luchar contra su hermano menor Azim por la corona y según cuenta la tradición, Govind Singh le prestó ayuda, no sólo en esta batalla sino en numerosas ocasiones. Bahadur Shah se convirtió en un gran admirador del Guru y abolió las

    crueles y opresivas leyes que su padre había impuesto al pueblo hindú.

    Desde agosto hasta noviembre de 1707 el Guru permaneció en la corte del nuevo rey, quien disfrutaba grandemente de su compañía. Posteriormente Bahadur Shah tuvo que partir hacia el sur e invitó a Govind Singh a acompañarle; el Guru rehusó pero prometió unirse con él más tarde. Y así lo hizo. Juntos atravesaron el Rajputana (Rajasthan) y en su camino varios Rajput Rajas acudieron a rendirle homenaje.

    Después de visitar Jaipur, Jouhpur, Chitor y Poona, llegaron a Nader, cerca del río Godavary, ahora en el estado de Andhara Pradesh.

    Cuando alcanzaron Nander, el Guru, habiendo llegado al lugar por el que tanto había viajado, se separó del emperador.

    En un bellísimo paraje cerca del río se hallaba el ashram de un vairagi llamado Lachhman Dev, quien gozaba de gran renombre por sus poderes ocultos y tenía también el hábito de gastar bromas a los simples sadhus y eremitas que venían a verle. Cuando el Guru llegó al ashram el vairagi estaba fuera, así pues, Govind Singh sentóse en su alfombra a esperarle.

    Uno de los discípulos de Lachman Dev corrió a comunicar a su maestro el sacrilegio que había sido perpetrado; cuando el vairagi regresó trató en vano mediante su magia de dar la vuelta a la alfombra. Entonces reconociendo la divinidad de Govind Singh se postró a sus pies y le pidió ser su banda (esclavo). Después de haber sido iniciado por el Guru, éste cambió su nombre por el de Banda Singh, con el cual pasó a la historia.

    El Guru se asentó en esta pequeña ciudad y envió a Banda al Punjab a luchar contra Qazir Khan y los Rajas de las colinas.

    En aquel tiempo, en el mes de marzo, el Guru conoció a un pathan, un cierto Gul Khan que era nieto de Painda Khan y a quien Guru Har Govind dio muerte en el transcurso de una batalla. El Guru sintió gran afecto por este hombre y le tomó a su servicio.

    Un día Govind Singh comenzó a burlarse de él diciéndole: «Si el nieto de aquel que ha sido matado por alguien recibe su sustento de él, ¿cómo llamarías tú a esa persona?»

    El pathan contestó: «Si un hombre permanece con el enemigo de su padre y de su abuelo y recibe su alimento de él, ciertamente debe ser una persona despreciable e indigna».

    El Guru contestó: «Si un pathan viviera con el enemigo de su padre y de su abuelo, ¿cómo le considerarías?» Aquel contestó: «No lo consideraría un pathan sino un tejedor (cobarde)».

    El Guru dijo aún: «¿Qué es lo que harías si te encontraras con el enemigo de tu padre y de tu abuelo y tuvieras un arma en tu mano?» y el pathan respondió: «No le dejaría vivir

    más».

    Gul Khan comenzó a pensar el porqué su Guru le hacía tales preguntas y cuando se enteró de que Govind Singh era descendiente de Guru Har Govind se sintió burlado y miserable y resolvió vengarse en cuanto se presentara una oportunidad.

    Un día un sikh trajo ante el Guru una bellísima daga de un país lejano. Govind Singh viendo el brillo de su filo quedó muy complacido y siempre la llevaba con él. Un día le preguntó al pathan cuántas estocadas de esta daga se necesitarían para matar a un hombre. Aquél te contestó que con una sola sería suficiente. El Guru siguió preguntándole: «Bien, ¿si aquel por cuyo padre y abuelo fueron dados muerte se presentara ante ti y tuvieras esta daga en tus manos, qué es lo que harías?».

    Oyendo esto el pathan sintió una gran cólera en su corazón pero no pudo decir nada.

    Poco después el Guru se echó a dormir y sus guardianes se retiraron a sus tiendas. El pathan, que había permanecido sentado a su lado, tomó suavemente la daga de la mano del Guru y se la introdujo en la cintura. Pensando que lo había matado, huyó apresuradamente. Govind Singh, que no había muerto, viendo su herida, pidió auxilio y pronto todos los sikhs se reunieron y corrieron en las cuatro direcciones hasta que capturaron al pathan y lo trajeron a presencia del Guru.

    Se dice que éste alabó la valentía del pathan y le dejó en libertad, diciendo a los sikhs que se hallaban compungidos ante el estado de su Guru, que no deberían apenarse, pues

    todo había ocurrido según el deseo del Señor; el pathan no le había herido pérfidamente sino que él mismo le había provocado intencionadamente.

    La herida fue cosida y ya casi había sanado, cuando un día Govind Singh, en el transcurso de unos juegos tensó un arco con gran fuerza, abriéndose sus llagas de nuevo y sangrando profusamente.

    El galeno hizo una nueva cura, pero el Guru rehusó descansar y montando su caballo viajó hacia el Sur. Cuando hubo llegado a Nader se sintió exhausto y ordenó a sus sikhs

    parar en el lugar. Viendo su hora cercana, mandó construir una pira y dio algunas instrucciones para la cremación de su cuerpo.

    Habiendo cumplido sus órdenes, los devotos se agruparon a su alrededor con las manos unidas y le preguntaron quién iba a ser el sucesor en el trono del Guru. Govind Singh, encomendando a sus devotos a Dios, colocó las cinco paisas rituales sobre el Adi Granth y les dijo que en adelante este libro sería su Guru. Luego se sentó sobre la pira funeraria y después de meditar durante un largo tiempo, y tras cantar un bellísimo son, se tumbó, cerró los ojos y expiró.

    Esto sucedió el quinto día de la mitad resplandeciente del mes de Kartik, en el año de Sambat, era el jueves 7 de octubre de 1708 cuando Guru Nanak acabó así su larga encarnación en diez cuerpos humanos, la cual había comenzado en 1469, cerca de 240 años atrás.

    1. Artículos

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      El lenguaje de los pájaros
      05/11/2001 – Autor: René Guénon
      lengua sagrada lenguaje pajaros pensamiento ritmo simbolismo
      0

      Wa-s-sâffâti saffan
      Fa-z-zâjirâti zajran
      Fa-t-tâliyâti dhikran …

      «Por los que están ordenados en órdenes
      y los que expelen repeliendo
      y los que recitan la invocación…»

      (Corán, XXXVII , 1-3 )

      A menudo, en diversas tradiciones, se trata acerca de un lenguaje misterioso llamado «el lenguaje de los pájaros»; designación evidentemente simbólica, pues la importancia misma que se atribuye al conocimiento de ese lenguaje, como prerrogativa de una alta iniciación, no permite tomarla literalmente. Así, se lee en el Corán: «Y Salomón fue el heredero de David; y dijo: ¡Oh, hombres!, hemos sido instruidos en el lenguaje de los pájaros (‘ullimna mántiqa-t-tayri) y colmados de todo bien…» (XXVII, 15).

      Por otra parte, se ve a héroes vencedores del dragón, como Sigfrido en la leyenda nórdica, comprender al punto el lenguaje de los pájaros; y esto permite interpretar fácilmente el simbolismo de que se trata. En efecto, la victoria sobre el dragón tiene por consecuencia inmediata la conquista de la inmortalidad, figurada por algún objeto al cual aquél impide aproximarse, y esta conquista de la inmortalidad implica esencialmente la reintegración al centro del ser humano, es decir, al punto en que se establece la comunicación con los estados superiores del ser. Esta comunicación es lo representado por la comprensión del lenguaje de los pájaros; pues, en efecto, los pájaros se toman con frecuencia como símbolo de los ángeles, es decir, precisamente, de los estados superiores

      Hemos tenido oportunidad de citar en otro lugar 2 la parábola evangélica donde se habla, en este sentido, de «las aves del cielo» que vienen a posarse en las ramas del árbol, ese mismo árbol que representa el eje que pasa por el centro de cada estado del ser y vincula todos los estados entre sí 3.

      En el texto coránico que hemos reproducido como lema, se considera que el término es-saffât designa literalmente a los pájaros, pero a la vez se aplica simbólicamente a los ángeles (el-malá’-ikah); y así, el primer versículo significa la constitución de las jerarquías celestes o espirituales 4. El segundo versículo expresa la lucha de los ángeles con los demonios, de las potencias celestes contra las potencias infernales, es decir, la oposición entre estados superiores y estados inferiores 5; es, en la tradición hindú, la lucha de los Deva contra los Asura, y también, según un simbolismo enteramente semejante al que estamos tratando aquí, la lucha del Gáruda contra el Nâga, en el cual encontramos, por lo demás, la serpiente o el dragón de que se ha hablado líneas antes; el Gáruda es el águila, y en otros casos está reemplazado por otras aves, como el ibis, la cigüeña, la garza, todos enemigos y destructores de los reptiles 6. Por último, en el tercer versículo se ve a los ángeles recitar el dhikr, lo cual, en la interpretación más habitual, se considera que indica la recitación del Corán, no, ciertamente, del Corán expresado en lenguaje humano, sino de su prototipo eterno inscripto en la «tabla guardada» (el-lawhu-l-mahfûz), que se extiende de los cielos a la tierra como la escala de Jacob, o sea a través de todos los grados de la Existencia universal 7. Análogamente, en la tradición hindú se dice que los Deva, en su lucha contra los Ásura, se protegieron (achhan dayan) por medio de la recitación de himnos del Veda y que por tal razón estos himnos recibieron el nombre de chhanda, palabra que designa propiamente el ‘ritmo’. La misma idea está, por lo demás, contenida en la palabra dhikr, que, en el esoterismo islámico, se aplica a fórmulas ritmadas correspondientes de modo exacto a los mantra hindúes, fórmulas cuya repetición tiene por objeto producir una armonización de los diversos elementos del ser y determinar vibraciones capaces, por su repercusión a través de la serie de estados, en jerarquía indefinida, de abrir una comunicación con los estados superiores, lo cual constituye por otra parte, de modo general, la razón de ser esencial y primordial de todos los ritos.

      Nos vemos, pues, reconducidos, como se observará, a lo que decíamos al comienzo sobre el «lenguaje de los pájaros», que podemos llamar también «lengua angélica», y cuya imagen en el mundo humano es el lenguaje ritmado, pues sobre la «ciencia del ritmo» que comporta por lo demás múltiples aplicaciones, se basan en definitiva todos los medios que pueden utilizarse para entrar en comunicación con los estados superiores. Por eso una tradición islámica dice que Adán, en el Paraíso terrestre, hablaba en verso, en decir, en lenguaje ritmado; se trata de esa «lengua siríaca» (logah sûryâniyah) sobre la cual hemos hablado en nuestro precedente estudio sobre la «ciencia de las letras» 8, y que debe considerarse como traducción directa de la «iluminación solar» y «angélica» tal como se manifiesta en el centro del estado humano. Por eso también los libros sagrados están escritos en lenguaje ritmado, lo cual, como se ve, hace de ellos otra cosa que los simples «poemas» en el sentido puramente profano del término que quiere ver el prejuicio antitradicional de los «críticos» modernos; y, por lo demás, la poesía no era originariamente esa vana «literatura» en que se ha convertido por una degradación cuya explicación ha de buscarse en la marcha descendente del ciclo humano, y tenía un verdadero carácter sagrado 9.

      Pueden encontrarse rastros de ello hasta en la antigüedad occidental clásica, en la cual la poesía era llamada aún «lengua de los Dioses», expresión equivalente a las que hemos indicado, pues los «Dioses», es decir los Deva 10 son, como los ángeles, la representación de los estados superiores. En latín, los versos se llamaban carmina, designación referente a su uso en el cumplimiento de los ritos, pues la palabra carmen es idéntica al sánscrito karma, que debe tomarse aquí en su sentido particular de «acción ritual» 11; y el poeta mismo, intérprete de la «lengua sagrada» a través de la cual se transparentaba el Verbo divino, era el vates, palabra que lo caracterizaba como dotado de una inspiración en cierto modo profética. Más tarde, por otra degradación, el vates no fue sino un vulgar «adivino» 12; y el carmen (de donde la voz francesa charme, ‘encanto’), un «encantamiento», es decir, una operación de baja magia; es éste otro ejemplo de que la magia, e incluso la hechicería, constituye lo que subsiste como último vestigio de las tradiciones desaparecidas» 13.

      Estas pocas indicaciones bastarán, creemos, para mostrar cuánto se equivocan quienes se burlan de los relatos en que se habla del «lenguaje de los pájaros»; es en verdad demasiado fácil y harto simple tratar desdeñosamente de «superstición» todo aquello que no se comprende; pero los antiguos, por su parte, sabían muy bien lo que decían cuando empleaban el lenguaje simbólico. La verdadera «superstición», en el sentido estrictamente etimológico (quod superstat), es lo que se sobrevive a sí mismo, o sea, en una palabra, la «letra muerta»; pero inclusive esta conservación, por poco digna de interés que pueda parecer, no es empero cosa tan desdeñable, pues el espíritu, que «sopla donde quiere» y cuando quiere, puede siempre venir a revivificar los símbolos y los ritos y a restituirles, con el sentido que habían perdido antes, la plenitud de su virtud originaria.

      René Guénon es conocido también por su nombe musulmán: Abd Al-Wahid Yahia.
      Notas:
      1 Publicado en V. I., noviembre de 1931.
      2 L’Homme et son devenir selon te Vêdânta, cap. III.
      3 En el símbolo medieval del Peridexion (corrupción de Paradision) se ve a los pájaros sobre las ramas del árbol y al dragón al pie de él (cf. Le Symbolisme de la Croix, cap. IX). En un estudio sobre el simbolismo del «ave del paraíso» (Le Rayonnement intellectuel, mayo-junio de 1930), L. Charbonneau-Lassay ha reproducido una escultura en la cual esa ave está figurada con solo una cabeza y alas, forma en la cual se encuentran a menudo representados los ángeles. Cf. Le Bestiaire du Christ, cap. LVI, pág. 425.
      4 La palabra saff, ‘orden, fila’, es de aquellas, por lo demás numerosas, en las cuales algunos han querido encontrar el origen de los términos sûfi y tasáwwuf; aunque esta derivación no parezca aceptable desde el punto de vista lingüístico, no por eso es menos verdadero que, al igual que muchas otras del mismo género, representa una de las ideas realmente contenidas en dichos términos, pues las «jerarquías espirituales» se identifican esencialmente con los grados de iniciación.
      5 Esta oposición se traduce en todo ser por la de las dos tendencias, ascendente y descendente, llamadas sattva y tamas por la doctrina hindú. Es también lo que el mazdeísmo simboliza por el antagonismo de la luz y las tinieblas, personificadas respectivamente en Ormuzd y Ahrimán.
      6 Véanse, a este respecto, los notables trabajos de L. Charbonneau-Lassay sobre los símbolos animales de Cristo cf. Le Bestiaire du Christ). Importa notar que la oposición simbólica del ave y la serpiente no se aplica sino cuando esta última está encarada según su aspecto maléfico; al contrario; según su aspecto benéfico, se une a veces al ave, como en la figura del Quetzalcóhuatl de las antiguas tradiciones americanas; por lo demás, también se encuentra en México el combate del águila contra la serpiente. Se puede recordar, para el caso de la asociación de la serpiente y el ave, el texto evangélico: «Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas» (San Mateo, X, 16).
      7 Sobre el simbolismo del Libro, al cual esto se refiere directamente, ver Le Symbolisme de la Croix, cap. XIV.
      8 Véase supra, cap. VI.
      9 Puede decirse, por otra parte, de manera general, que las artes y las ciencias no se han hecho profanas sino en virtud. de tal degradación, la cual las ha despojado de su carácter tradicional y, por consiguiente, de toda significación de orden superior; nos hemos explicado sobre este asunto en L’Ésotérisme de Dante, cap. II, y en La Crise du monde moderne, cap. IV. Cf. también La Régne de la quantité et les signes des temps, cap. VIII.
      10 El sánscrito Deva y el latín Deus son una sola y misma palabra.
      11 La palabra «poesía» deriva también del verbo griego poieîn, el cual tiene la misma significación que la raíz sánscrita kr. de donde proviene Karma, y que se encuentra también en el verbo latino creare entendido en su acepción primitiva; en el origen se trataba, pues, de algo muy distinto que de la simple producción de una obra artística o literaria, en el sentido profano, único que Aristóteles parece haber tenido presente al hablar de lo que él ha llamado «ciencias poéticas».
      12 La palabra «adivino» misma no está menos desviada de su sentido, pues etimológicamente tiene relación directa con divinus, y significa entonces «intérprete de los dioses». Los «arúspices» (de aves spicere, ‘observar las aves’) extraían presagios del vuelo y el canto de las aves, lo cual es de relacionar más especialmente con el «1enguaje de los pájaros», entendido aquí en el sentido más material, pero identificado aun así con la «lengua de los dioses», pues se consideraba que éstos manifestaban su voluntad por medio de tales presagios, y las aves desempeñaban entonces un papel de «mensajeros» análogo al que se atribuye generalmente a los ángeles (de donde su nombre mismo, pues es precisamente el sentido propio de la palabra griega ángelos), bien que tomado en un aspecto muy inferior.
      13 Sobre este asunto de los orígenes de la magia y de la hechicería. véase infra, cap. XX, «Shet», último párrafo.
      * El lenguaje de los pájaros, Capítulo VII de Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, ed. Paidós
      web islam

    2. Realidad del Dhikr y de la Iniciación

      El Maestro espiritual es aquél que ha pasado por los diferentes grados del ser, o mundos, para finalmente llegar a la obertura suprema que es el Conocimiento de la Realidad Divina.

      Esta Realidad no debe ser concebida como un objeto, aunque ella es, de hecho, el único sujeto verdaderamente real y, todo y revelándose en un conocimiento último, no por ello es menos infinitamente trascendente.

      Abu Sarid al Kharraz ha dicho: «Conozco a Dios porque en El se reúnen los contrarios»

      Es éste el grado de esta presencia divina última que aquél que deviene Sheyhk o guía espiritual, recibe la orden de volver con los hombres con el fin de iniciarlos en la Vía -Tariqa- que lleva precisamente hasta esa Presencia.

      Es igualmente en el nivel de esa presencia que le son revelados los elementos que supondrán el soporte mismo de la Iniciación, formas de ejercicios, oraciones y fórmulas de invocación. La iniciación es pues, verdaderamente en sus principios y medios operativos, de origen trascendente, y es ahí donde reside la eficacia de la práctica del dhikr y del influjo espiritual que transmite.

      Todos los soportes exteriores son los soportes de éste influjo pero, hay que señalarlo claramente, no se puede, sin peligro, inventar o adoptar por elección personal, las máscaras de la iniciación. Eso supondría, tal y cómo dicen los sufis, intentar subir al cielo con la ayuda de una cuerda. Es pues su origen trascendente el que distingue las religiones y las vías espirituales auténticas de las vanas imitaciones.

  2. Guru Nanak; una luz en un mundo de tinieblas

    El SIKH DHARMA
    Es una de las religiones más jóvenes del mundo. Su fundador, Guru Nanak, nació en 1469, en una India sumergida en tensiones interreligiosas, el fanatismo, la hipocresía religiosa y la superstición. Guru Naanak predicó un mensaje sencillo de hermandad universal, devoción a un Dios Único y una vida de rectitud. El no juro fidelidad a ninguna religión en particular, si no a ‘EK ONG KAR’, el Unico Creador de la Creación.
    Para Guru Naanak ese Dios Unico es el mismo que veneran las diferentes religiones, con diferentes nombres. Cuando le preguntaron cuál era el nombre de su Dios, el replicó:
    ‘SAT NAM’, la Verdad es Su Nombre.

    Los Seguidores de Guru Naanak fueron Llamados Sikhs, que significa discípulo o alumno. El les enseña a no postrarse ante nadie, solo ante Dios, y a vivir en comunión con el Guru, esa Luz de la Verdad de la que ‚el era un humilde portador.
    El nunca predicó contra ninguna religión, pero si contra la superstición la injusticia y la hipocresía. Frecuentemente comunico sus enseñanzas mediante cantos inspirados, que abrían los corazones de los mas reacios. Estos cantos fueron recopilados por sus discípulos y más tarde formaron el comienzo de las escrituras sagradas de los Sikhs, el Siri Guru Granth Sahib. Guru Naanak viajó por toda la India y Asia meridional, Llevando su simple mensaje de amor y espiritualidad. Hindúes, musulmanes, sufíes, judíos, cristianos, hombres y mujeres de variadas castas y clases se convirtieron en sus alumnos. El llevo esperanza espiritual a todos, desde las personas de las castas intocables hasta el mismo Emperador Babar.

    Naanak estableció un Dharma (modo de vida espiritual) basado en tres principios:

    Naam Japnaaa- el Sikh debe levantarse cada día antes de la salida del sol, lavar y purificar su cuerpo, meditar en el Nombre de Dios (Naam) Y recitar los himnos del Guru (banis) en compañía de la congregación espiritual (sangat). Durante el resto del día continuar repitiendo el Nombre de Dios mientras realiza su trabajo y actividades.

    Dharam di Kirat Karni – el Sikh debe trabajar honradamente y ganarse su sustento con el sudor de su frente. Debe vivir una vida en familia y servir a su comunidad, siendo un ejemplo de rectitud y honestidad.

    Vand Ke Chaknaa – el Sikh comparte de sus ganancias con los necesitados, siendo generoso y caritativo.

    LA CADENA DORADA

    TEMPLO DE AMRITSAR

    Las bases del Sikh Dharma fueron establecidas por Guru Naanak pero la estructura completa del Dharma siguió forjándose después de su muerte. Hicieron falta los ejemplos vivientes de diez seres dedicados a Dios para completar esa estructura. De esta manera Guru Naanak preparó a uno de sus discípulos, puso a prueba su compromiso, y cuando estuvo listo, pasó Su luz y ese discípulo se convirtió en el próximo Guru, siendo el primer eslabón de esa cadena dorada.

    GURU ANGAD, el segundo Guru.
    El creo el Gurmukhi, la lengua usada para recopilar en forma escrita los cantos de los Gurus. Con el Gurmukhi, Guru Angad creo una lengua sencilla de leer y comprender, permitiendo hasta al menos instruido tener acceso a las enseñanzas.

    GURU AMAR DAS, el tercer Guru.
    Consolidó y organizó la misión del Guru. El fue un precursor de la igualdad social y espiritual de la mujer y el hombre. Colocó a mujeres en posiciones de autoridad espiritual (algo inconcebible en la India de entonces), y condenó las practicas de `purdah` (el velo) y ‘sati` (la auto-inmolación de las viudas con sus maridos muertos). El creo la institución del ‘Guru-ka-Langar’, un comedor gratuito abierto a cualquiera sin distinción de casta, religión o posición social.

    GURU RAM DAS, el cuarto Naanak.
    Estableció la ciudad de Amritsar como centro de convivencia y peregrinación de los Sikhs. Excavó, junto a sus Sikhs, el `Amrit Sarovar’ el ‘Estanque de Néctar’. En este estanque de aguas con poderes curativos, fue luego construido el Harimandir Sahib, el Templo Dorado, el lugar más sagrado de peregrinaje del Sikh Dharma. Guru Ram Das fue reconocido en toda la India por su gran humildad, amor y entrega a todos las seres.

    GURU ARJUN DEV.
    Finalizó la construcción del ‘Estanque de Néctar` y del Templo Dorado. También recopiló los cantos sagrados de los primeros cuatro Gurus, y añadió sus propios escritos junto a los de varios santos hindues, musulmanes y sufies. Esta colección fue editada en un volumen que él Ilamó el ‘ADI GRANTH’, las primeras escrituras de los Sikhs. Guru Arjun Dev fue ejecutado por ordenes del emperador Jehanguir, debido a su liderazgo espiritual entre hindues y musulmanes por igual.

    GURU HARGOBIND, hijo de Guru Arjun y sexto Guru.
    Instruyó a los Sikhs a aprender el uso de las armas. Para asegurar la supervivencia del Dharma en una época de persecución espiritual era necesario defenderlo. Enseñó a los Sikhs a ser valientes defendiendo la Verdad tal como él lo fue ante la tortura. Guru Hargobind fue sucedido por :

    GURU HAR RAI.
    El continuó en la tradición de sus predecesores y fue un ejemplo de devoción, amor y meditación.

    GURU HARKRISHAN.
    Se convirtió en el Guru siendo un niño. Su edad no fue una limitación para demostrar su gran sabiduría espiritual. Durante una plaga de viruela en Delhi, con 10 años de edad Guru Harkrishan dio su vida mientras cuidaba y sanaba a las víctimas.

    El noveno Guru, GURU TEG BAHADUR.
    Fue un incansable viajero que siguió las huellas de Guru Naanak Llevando el mensaje de la Verdad. Guru Teg Bahadur también murió a manos del siguiente emperador musulmán Aurangzeb. Él voluntariamente, ofreció su vida para garantizar el derecho de los hindúes a practicar su religión libremente. Por primera vez en la historia un hombre sacrificó su vida para salvaguardar la libertad religiosa de otros.

    GURU GOBIND SINGH.
    Se convirtió en el Décimo Guru tras la muerte de su padre Guru Teg Bahadur cuando solo tenía diez años. El llevó a su culminación el ideal Sikh del soldado – espiritual, Fue a su vez un inspirado y prolífico escritor y poeta, un audaz y noble guerrero y la fuente de inspiración divina de los Sikhs. «Cuando todos los medios han sido agotados», dijo él, es entonces correcto el uso de la espada». Con estas palabras se autoproclamó a si mismo defensor de los pobres y los humildes, de las masas oprimidas de la India.
    La vida de Guru Gobind Singh fu‚ casi una lucha constante contra los ejercitos opresores del imperio mogol de la India. Ante esa poderosa fuerza Guru Gobind Singh y sus Sikhs lucharon valerosamente. Es sabido que siempre fue piadoso y justo con sus enemigos. Nunca castigó ni tomó prisioneros y jamas reclamó ningún territorio conquistado. Fue la reencarnación de los mismos principios que los Sikhs han continuado viviendo durante toda su historia. Guru Gobind Singh fu‚ el último Guru con forma humana. Creo el Khalsa, una hermandad espiritual dedicada a una vida de pureza en acción y pensamiento. Además le dio al Khalsa una apariencia externa especial, para recordarles su compromiso y para ayudarles en su desarrollo espiritual. Todo Sikh que recibe el bautismo como Khalsa (Amrit Sanchaar) ha de Llevar siempre las 5 K’s:

    Kesh – nunca cortarse el cabello ni afeitarse, como respeto a la sabiduría del Creador, y cubrir sus largos cabellos con un turbante.
    Kangaa – un peine de madera para cuidar de su cabello, y s¡mbolo de aseo y respeto por el cuerpo, templo del alma.
    Katcheraa – un pantalón corto especial corto símbolo de castidad y respeto a la energía procreadora.
    Karaa – un brazalete de acero significando nuestro compromiso con la Verdad y que todos somos hermanos/as, eslabones de una misma cadena.
    Kirpaan – la espada, símbolo del compromiso del Khalsa de defender a los humildes, los débiles y los inocentes.

    El Khalsa también se compromete a no ingerir ningún tipo de intoxicante (alcohol. Tabaco, drogas, etc.), a seguir una dieta vegetariana y a la realización de ciertas prácticas espirituales para ayudarle en su avance espiritual. Antes de morir en 1708, Guru Gobind Singh pasó el legado de Guru a una versión reeditada del `Adi Granth»y completada por él, a la que le dio el nombre de `Siri Guru Granth Sahib’. Hasta hoy en día todos los Sikhs ven al Siri Guru Granth Sahib como su Guru, su fuente de enseñanza espiritual.

  3. http://www.webislam.com/directorio/65580-asociacion_musulmana_haqqani.html

    Esta comunidad asentada en la capital de la alpujarra granadina desde los años 90 son seguidores de Mawlana Shaykh Nazim Adil al Haqqani perteneciente a la orden Nashbandi.

    El objetivo de la comunidad es ALLAH. Poseén 5 maqams de sheik Abdellah Daguistani y varias dergas repartidas por toda España.

    La comunidad sostiene que actualmente hay una necesidad social de Iman.

    Actividades
    Todos los salats. Dikr los jueves depués de salat al-magrib. Yuma´a los viernes a las 14:30. Clases de recitación y árabe. Seminario de giro derviche. Introducción al sufismo.

    Contacto
    Dirección: C/ real 18|18400|Granada|Órgiva|Andalucía|España
    Telefono: (0034) 629279103
    Pagina Web: http://www.saltanat.org y http://www.sufilive.com
    Correo Electrónico: hamida_allah_1@hotmail.com
    Persona de contacto: Hamida

  4. «El viento de tu amor nos aporta la palidez el otoño = amarillento, pero también el frescor la primavera = el verdor 86.»87 El corazón del místico, como el guía Jidr, reverdece a cada instante88: «Vierte el agua de las lágrimas como un río sobre tu pálido rostro: / estas lágrimas hacen surgir el verdor sobre tu corazón y alma devastados. La mañana levanta su velo: Éste es el día de la eternidad (Cor. 50:34)»89. El fresco verdor aporta el aroma del Más allá, es el indicio de la liberación del alma carnal y la señal de la progresión en la escala espiritual hacia el Amado: «La aflicción dispersa las hojas amarillentas del ramo del corazón con el fin de que nuevas hojas verdes puedan crecer. / Ella desarraiga la alegría anterior con el fin de que una nueva delicia pueda llegar del más allá.90

    En algunos círculos los místicos escogieron para su hábito más elevado el de color verde, y el sabzpush, «el que porta el verde», fue considerado siempre como un epíteto apropiado para los que vivían en el nivel espiritual más elevado posible -fueran los ángeles, el Profeta o al-Jidr, el guía de los místicos91. Esta sería la razón por la cual en Egipto los musulmanes pondrían telas verdes alrededor de las lápidas sepulcrales: para simbolizar el Paraíso. Para Mawlana, la primavera92 es un mensajero del Paraíso93 cuando los «vestidos de verde» (sabzpush)94 -es decir las huríes y los ángeles-95 llegan del patio azul del cielo, el jardín del Paraíso, para permanecer entre los hombres con el fin de recordarles la belleza espiritual eterna96. Rumi asocia este color con el Jardín de los «hombres de corazón», el «santuario interior», con la percepción mística de los cinco sentidos espirituales97 o facultades del alma que se nutren en el prado verde98 de la Realidad.99 Es inicio de la iluminación del místico por la Luz que ve el mundo invisible:

    «Un jardín del cual este cielo no es más que una sola hoja ….

    Dirige al pasto tus sentidos, hazlos pacer en el pasto (del que habla la palabra) Es El el que ha hecho brotar los pastos (Cor. 87:4)

    con el fin de que ellos puedan nutrirse de jacintos y puedan llegar a los jardines verdes de la Realidad»100

    En el corazón del místico opera una verdadera alquimia espiritual101 que parece estar tipificada por el color rojo del fuego del incendio del alma y el fresco verdor que anuncia la proximidad de la gracia divina:

    «Lo más extraño es que, en este corazón llameante, se encuentren tantas rosas, verdor, jazmines.

    Por este fuego, el jardín se vuelve aún más fresco, de tal manera que el agua está unida a la llana.

    iOh! alma mía, tú permaneces en la pradera»102

    Según Rumi, el amor tiene su origen en Dios; es qadím, co-eterno con Él. De este modo el amante obtiene, ya en esta vida, la felicidad inmortal: «En el jardín verdeante del Amor, que no tiene límites, hay muchos más frutos que la tristeza y la alegría. /El amor es más elevado que estos dos estados: sin primavera y sin otoño, está siempre fresco y verde.»103 La primavera es la mensajera del Amado. El jardín de primavera, en su gozoso florecimiento, se convierte en una figura tanto de la epifanía de la gloria de Dios como del renacimiento espiritual del alma. El color verde del jardín que se renueva en primavera se asocia pues con la resurrección (qiyama): «que el verdor surja de las tierras áridas, que las tumbas se conviertan en jardines . . . con el fin de guiar al alma, fuera de esta prisión, hacia el Único.. .»1O4. En este sentido Attar afirma con rotundidad: «¡Busca el reino futuro, pues él está siempre verde! Un átomo de éste vale por cien universos»105 En la poesía de Rumi el nuevo verde deja ver la gracia eterna de Dios y el poder donador de vida que se manifestará de nuevo y para siempre en el Día de la Resurrección (yawm al-qiyama): así, el verdadero amante ve después de esta nueva vida del jardín «la belleza del jardinero (Dios) 106» De este modo, para Rumi, el estado paradisíaco reflejado por el mundo-jardín es nada menos que la Visión beatífica (basar, ruya). La visión de Dios es un paraíso107. Es en el mundo imaginal donde se desarrolla el cuerpo de resurrección. Esta asociación del color verde con la muerte es por otra parte de una antigüedad inmemorial: el verde es el color de la resurrección puesto que caracteriza la primavera que es ella misma un renacimiento de la naturaleza. En las creencias del Zoroastrismo, tanto la primera realidad como la última bienaventuranza han sido interpretadas en los términos de un jardín108; de forma similar, para los maniqueos, el destino del alma redimida es un radiante y siempre verdeante jardín109. El color verde es el de la tierra de Xvarnah, la «Luz de Gloria» donde se refugia Zoroastro. Por ello Hafiz escribe en un verso de su Diwan: «La fe de Zoroastro en el bello jardín hoy reverdece»110. El poeta de Shiraz compara el jardín de primavera con la epifanía divina. Según Rumi: «aparte de la primavera del mundo hay una primavera oculta»111, evocadora del Paraíso, pues más allá del paraíso exterior de los sentidos, el mundo de la ilusión, está el verdadero Paraíso, el vergel del alma, del que el primero es sólo reflejo. Pero «la muerte (marg) del místico no es posible sin la gracia divina (inayat) . . . ésa (la gracia) es como una esmeralda (zumurrud)»112.Cuando el místico alcanza la Fuente e la Vida, «el alma se vuelve verdeante, alegre y fresca: aquí ella encuentra la eternidad»113.

    En el Haft Paykar Nizami Ganjawi concibe el viaje iniciático del alma como el peregrinaje interior de la oscuridad espiritual a la iluminación por medio del progreso del sufí a través de los siete grados espirituales114, simbolizados por los siete colores que están metafóricamente asociados a numerosos fenómenos, como los siete planetas visibles, los siete días de la semana, los siete metales, los siete climas, los siete niveles de la educación tradicional, las siete partes del cuerpo y los siete profetas (de Abraham a Muhammad)115 El viaje interior de su protagonista, el rey sasánida Bahram Gur, tipificado por el paso de un jardín a otro, está simbolizado por el verdor del alma, «el precioso jardín de color esmeralda»116: «Es mejor el vestido verde que el signo amarillo; el verdor es digno del ciprés117; el color verde es signo de la bondad del campo sembrado; y el verde es el ornamento de los ángeles. Cuando el alma encuentra el frescor de lo verde en las cosas, el ojo se ilumina también al verdor; los vegetales tienden al verde y todo lo que florece adopta ese color.»118 Este viaje visionario de la ignorancia a la sabiduría concluye con el jardín real, en el cual, en primavera, el protagonista celebra el Año Nuevo (Naw Ruz). Por su parte, Rumi, para explicar la muerte iniciática y la entrada en la luz, el paso del «mundo de la ilusión» a la existencia real en Dios, recurre a una bella parábola, la del verdadero «vergel» (pl. bhaga):

    «En el vergel, un cierto sufí puso su rostro, a la manera de los sufíes, sobre su rodilla, con el deseo de obtener un estado místico.

    Luego se sumió profundamente en sí mismo. Un individuo impertinente se
    molestó por su aspecto de dormido.

    «iEh!, dijo, ¿por qué duermes? Vamos, mira las viñas, contempla estos árboles, estos signos de la Misericordia divina, estas plantas verdes.»

    «Obedece la orden de Dios, pues El dijo: Observa (Cor. 3050): vuelve tu rostro hacia estos signos de la misericordia.»

    Él respondió: «Oh hombre vano, estos signos están en el corazón; lo que está en el exterior no son más que los signos de los signos.»

    El (verdadero) vergel y el verdor se hallan en la esencia misma del alma: su reflejo sobre lo que está en el exterior es como (el reflejo) en el agua corriente. …

    Si los cipreses del mundo exterior no fuesen el reflejo de los cipreses del corazón, Dios no habría llamado este mundo exterior el mundo de la ilusión. …

    Oh, dichoso el que está muerto antes de morir (ey junak an-raki pish az marg murd), pues él ha percibido el perfume del origen de este vergel.»119

    En la poesía de Rumi, en el camino hacia el misterio divino, el color verde señala el mundo del malakut, el universo de los ángeles-almas, como el más cercano a nuestro universo cuyo color es la «luz negra». Se trata del viaje iniciático hacia la montaña de Qaf, donde mora el «fénix» (anqa o simurgh), el pájaro fabuloso que tipifica la Unidad divina reconciliada con la multiplicidad: «Cuando el Simurgh de nuestra pasión venga de la montaña de Qaf … cada gota de agua, por la gracia de Dios, reflejará un paraíso»120. En el sufismo, el fénix simboliza a menudo el espíritu del santo o el santo mismo, mientras que el monte Qaf es su estación en la presencia de Dios. Residir en la terraza verde es alcanzar el malakut, es el éxodo fuera del mundo regido por las leyes de la física, la transmutación de los sentidos externos en sentidos espirituales (hawas-i dil): «Si tu voto es viajar, ve sobre la montura de los sentidos. / Si tu voto es residir, ve sobre el cielo, terraza verde.» (D 1876). Este viaje a la zona intermedia tiene una hermosa expresión en la poesía de Hafiz. Es lo que el gran poeta místico, en un verso de su Diwan, llama la «línea verde» (per. sabza-yi jatt), imagen que simboliza tanto «el mundo intermedio (barzaj)»121 -el istmo entre lo sensible y lo inteligible, el umbral o el jardín (bustan) del Más allá-, como «la morada de la vida eterna».122

    «Nosotros somos los viajeros en la etapa del amor (´ishq)123
    y de los límites de la nada (adam) al país de la existencia (wuyud) hemos
    venido124.

    Nosotros vimos tu línea verde125, la de los jardines del Paraíso (bihisht),
    y en busca de esta hierba de amor (gida mihr) hemos venido.»

    Suhrab Sepehri titula su libro más hermoso Haym-i sabz (El espacio
    verde)126. En su poesía, de profundo lenguaje místico, se pregunta por el
    lugar del Amado, y escribe: «¿Dónde está la morada del Amigo? … / más
    verde que el sueño de Dios / donde el amor es tan azul»127. La «línea verde» de la poesía de Hafiz, «el mar verde del firmamento» (darya-yi akhdar falak)128, «la ex tensión verde del cielo» (mazra-i sabz-i falak) o «el techo verde» (saqf-i sabz)129 allí donde se contempla la presencia del Amigo (dust), la «zona» (nitaq) de esmeralda verde a la que alude el teósofo shií Rajab Busi130, el «Mar Verde» que en el sufismo de Ibn al-Arabi conduce a la orilla de la Realidad divina, la «terraza verde» que según Rumi permite alcanzar el malakut, hasta llegar a «los jardines verdes de la Realidad», «el espacio verde» (haym-i sabz) del que nos habla Suhrab Sepehri o el mar verde del filme de Shirin Neshat, expresan por igual, con toda la libertad de la experiencia visionaria y la riqueza del lenguaje simbólico, el umbral fronterizo con la realidad inefable del Misterio.

    Según nos recuerda la filosofía del amor de Mulla Damawandi, el amor espiritual (ishq ruhani) bien puede contemplarse en una «superficie de verdor»131. El conjunto del pensamiento de Henry Corbin tiene como horizonte de sentido este espacio límite entre lo sensible y lo inteligible representado por las ciudades de Isfahan y Hurqalya, espacio intermedio al que se orienta el sueño visionario y que está perfectamente expresado por la «zona» de esmeralda verde del esoterismo shií o por la «línea verde» de la poesía mística de Hafiz. Henry Corbin comprueba que en sus pasos por los santuarios de Irán, el país «color del cielo» (asman-gun), no está recorriendo sino el mismo cielo espiritual (asman-i ruhaní) de color verde de los grandes visionarios persas. Viaje físico y viaje espiritual se confunden, como el azul de las cúpulas de las mezquitas se funde con el azur del cielo. Pero cuando el ojo del corazón (chashm-i dil) no puede ver, ¿cómo puede el hombre conocer lo que está fuera de la «tienda» (khargah, i.e. el cielo), y al creador de los «siete castillos verdes» (haft qasr ajdar, i.e. los siete cielos)132 Dios es el hacedor (sani) y el pintor (naqsh-band) de toda existencia (wuyud) y contingencia (imkan). Desde la «ciudad de la desolación» se avista el «mar verde del firmamento», la orilla de la nostalgia infinita

    WEB ISLAM

  5. http://www.webislam.com/articulos/62029-nusrat_fateh_ali_khan_y_el_qawwali.html

    Nusrat Fateh Ali Khan y el Qawwali
    El Qawwali es la bella e inspiradora música religiosa de los sufíe

    Prácticamente responsable de popularizar la música sufí, Nusrat Fateh Ali Khan llevó los cantos del qawwali desde el subcontinente hindú hasta los grandes escenarios alrededor del mundo.

    El Qawwali es la bella e inspiradora música religiosa de los sufíes – una “escuela” del Islam que enfatiza la expresión mística, y a menudo poética, de lo divino.

    Nusrat Fateh Ali Khan se encargó de llevar el milenario mensaje de amor sufí, a través de su música, más allá del pueblo Musulmán, a todo el planeta.

    Ali Khan, siguiendo una milenaria tradición familiar ha seguido cantando y compartiendo la música Qawwali, un tipo de canto de origen Persa. Fue Peter Gabriel quien le ofreció la oportunidad de enseñarlo al mundo, participando en la banda sonora de La Última Tentación de Cristo. Años después volvería a ser llamado, para participar con su voz en Pena de Muerte.

    Qawwali es la música devocional del sufismo, brazo místico islamita originado en el siglo X de nuestra era y que pervive hoy en Irán. Empezó con la fundación de la orden Chisti de los sufis, seguidores del Khawaja (Master) Abu-Ishak Chisti. Dos siglos después, la música qawwali viajó con los sufis a la India, donde mediante ella Khwaja Mueen-Ud-Din Chisti convirtió al islamismo a unos 9 millones de fieles a lo largo del subcontinente hindú. La palabra sufi significa el que usa lana», y designaba originalmente a una secta religiosa. Se decían a sí mismos faqara», que significa pobre y es el plural de faqir (en persa, darvish) de donde se deriva la palabra inglesa derbis: derviche. Los derviches fueron primero eremitas y después vivieron en comunidad, dedicados a la oración y al cultivo del espíritu. Se extendieron por todos los países musulmanes. Las danzas vertiginosas sufi de Turquía son conocidas como danzas derviches y son las equivalentes físicas de los cánticos qawwali, que viajan en espiral.

    Los ejecutantes de la música qawwali, eminentemente vocal, ejecutan formas sofisticadas devocionales de llegar al éxtasis. La palabra qawwali significa, literalmente, expresión, declaración, pronunciación y el significado de qawwal implica una sabiduría o enunciación filosófica, la voz o expresión oral del poder divino. La fuerza del qawwal estriba en su poder de transportar al escucha, capturando sus sentidos y elevando sus niveles de conciencia para hacerlos más receptivos.

    El trayecto en el que es transportado el escucha hacia otro estado de conciencia (hal) sirve para llevarlo hacia un nivel de iluminación o conocimiento interior (marifat).

  6. El sonido, el tono, el timbre

    Nuestro cuerpo es capaz de discernir entre los sonidos beneficiosos y perjudiciales y responder a ellos en conformidad. Tales respuestas afectan a los estados físicos, emocionales, mentales y espirituales, aunque muchas personas no son conscientes de los efectos hasta que no se produce una respuesta física. Podemos detectar de forma auditiva cuando se ha producido el equilibrio, a través del sonido de nuestra voz.

    La ley del ritmo, en los cantos devocionales, en la forma de las letanías, cantos carismáticos, es la forma de elevar nuestra vibración para facilitar la conexión con nuestro ser pues de eso se trata, rezamos cantamos para ir elevandonos capa por capa hasta sincronizarnos con nuestro Ser

    El tono

    El tono es la elevación o el descenso del sonido. Se determina por el nivel de velocidad en la que vibra. Cuanto más rápido vibre el sonido más alto será el tono. A nivel físico y espiritual, esto nos explica que al alzar nuestros propios niveles de energía individual nos abrimos a un nivel superior de salud. El auténtico aprendiz de la vida tiene como cometido elevar sus energías hacia el tono más alto sin desequilibrarse, y sin precipitarse. El principio del tono nos clarifica mucho el proceso evolutivo. Cuando se emiten tonos bajos, éstos giran alrededor de los objetos. Precisamente por esto, en los lugares en los que se interpreta música en directo, continuamos oyendo los instrumentos de bajo y de percusión incluso al abandonar el recinto. Los tonos bajos giran alrededor de las esquinas y puertas; es la senda de menor resistencia.

    Los tonos altos están más centrados. A veces la absorción o la resonancia de las vibraciones más altas pueden romper las viejas formas. Esto puede demostrarse con facilidad cuando se hace añicos una copa de cristal cantando en el tono adecuado. Se refleja asimismo en los cambios que se producen cuando una persona encuentra a otra en un campo de energía de alta intensidad. Con ello pueden hacerse añicos las viejas ideas y costumbres, para bien o para mal.

    El aspecto del tono en el sonido sagrado es el que nos transporta a niveles de energía superiores en todos los aspectos de nuestro ser. Cuanto más altos e intensos sean nuestros campos de energía, con menos probabilidad chocarán con las fuentes exteriores y mejor preparados estaremos para adaptarlos a la resonancia de una gama de fuerzas, personas y circunstancias de la vida más amplias.

    Todos poseemos nuestro propio tono natural, si bien también existe un tono universal: este es la vibración ideal, la que en definitiva resonará con lo divino; conferirá armonía a todos los ritmos vitales. Podemos utilizar los tonos de los instrumentos y voces para mantener nuestro propio tono natural a la vez que desarrollamos el vínculo con el tono universal. Podemos determinar nuestro tono vocal con un piano o algún instrumento con el que interpretar algunas octavas o notas. Investigaremos la nota más alta con la que somos capaces de cantar sin que se nos quiebre la voz; seguidamente buscaremos la nota más baja. El tono intermedio entre ambas es el tono con el que funcionamos en general, pero nuestra gama puede ampliarse mediante las técnicas apropiadas.

    El timbre

    Se denomina timbre o color del tono a la calidad, las características específicas y la influencia del sonido; es la fuente distintiva de todo sonido que nos ayuda a diferenciar un sonido de otro, una voz de otra y un instrumento de otro. Cada sonido y cada instrumento sonoro tienen sus propias características distinguibles.

    Lo que más nos afecta, después del tono, es el timbre. El timbre crea respuestas que tanto pueden ser consonantes como disonantes. Ambos términos se refieren a las percepciones de la energía respecto a los estímulos externos y a las transformaciones resultantes. Cuando respondemos con la consonancia a determinado timbre procedente de distintos sonidos fomentamos una armonía positiva. Las células de nuestro cuerpo reconocen estos sonidos y responden de acuerdo a ellos. El timbre que producen las uñas en una pizarra es discordante y hace que rechine el sistema nervioso, mientras que el timbre de una flauta de bambú le resulta apaciguador. A menos que prestemos atención a las señales que nos envía el cuerpo, perdemos la oportunidad de intensificar los efectos beneficiosos o permitimos que lo perjudicial nos obstaculice de forma innecesaria.

    Una parte del poder secreto de la palabra radica en el aprendizaje del control del timbre de la voz para crear consonancia o disonancia según los propios deseos. La mayoría de las personas lo llevan a cabo de forma natural. Cuando decidimos que queremos permanecer tranquilos, adoptamos un timbre que resulte áspero y discordante que aparte a los demás. Cuando deseamos mostrarnos amistosos, adoptamos un tono de voz suave, amable y ligero. Con la práctica aprendemos a crear cambios fisiológicos y espirituales en nosotros mismos y en los demás alterando el timbre del discurso y empleando el de diversos instrumentos para obtener efectos específicos.

    La magia de la música

    Todos somos musicales. Cada persona posee en su interior este don; la música nos ha rodeado y alimentado desde el momento en que fuimos concebidos: desde los sonidos que nos llegaron a través de los líquidos amnióticos durante el embarazo de nuestra madre hasta los rítmicos latidos de nuestro propio corazón. La música y el ritmo son vida. La música es revitalización, y debería formar parte consciente y activa de nuestras vidas, y no limitarse a escucharla o utilizarla para llenar vacíos de silencio en nuestras vidas. Tenemos que darnos cuenta de que la música encierra todas las maravillas y la clave de los milagros de la vida: naturales y espirituales.

    El niño responde al sonido incluso en el útero. Ahora la tierra es nuestra madre y tenemos que aprender a trabajar con los sonidos de la tierra con creatividad. Nadie tiene que poseer un don para sacar provecho del trabajo con el sonido y la música sagrados. Los músicos han tomado lo que se ofrece a todos nosotros, y lo han enaltecido y hecho suyo. Aunque nosotros no podamos ser músicos, todos podemos ser musicales !

    Las consecuencias de una elevada consciencia y la comunicación divina viven en la música. Cuando se interpreta, la música continúa vibrando en el campo de la energía mucho después de que el sonido actual se haya desvanecido de la conciencia audible. Este fenómeno dice mucho sobre los efectos espirituales y continuos de la música. Incluso plantea que la posibilidad de comunicar con lo invisible es inconmensurable.

    Se puede considerar a la música como una forma de arte y como un producto comercial, pero también como un poder de la fuerza universal. En la antigüedad se reconocía que la emisión de sonido era una mediación externa y audible de la transformación interna, que la música era una relación de un todo con otro y que toda la vida era la relación de una persona con otra. El poder de la música actúa a causa de un contenido secreto que se encuentra en su expresión, contenido que es el modelo de sonido mediante diversas técnicas, vocales o instrumentales. Por ejemplo, la inspiración y la intuición tienen lugar por medio de una repetición de estructuras musicales regulares, tonos y pautas que cambian el modelo de onda del cerebro de una pauta beta (consciencia normal) a otra alfa (consciencia alterada). Se considera que determinados modos (menor y mayor) son más potentes. Como regla general, a los modos menores se les considera sistemas de transporte de gran fuerza y energía y pueden producir cambios en los estados emocionales y físicos. Los modos mayores son inspiradores y proporcionan energía. El modo menor atrae la energía hacia lo físico y los modos mayores elevan la persona a lo espiritual.

    Se ha considerado de mucha importancia la manera de tocar o cantar los modos. La Iglesia ha considerado a menudo que los instrumentos musicales paganos procedían de las antiguas prácticas mágicas que utilizaban la música para invocar a seres y poderes invisibles. En el desarrollo de la polifonía cantada, por ejemplo, se prohibía el intervalo de la segunda menor. Las autoridades eclesiásticas desaprobaron el paso del canto gregoriano hacia las melodías profanas y probablemente paganas como base de la misa. En la música griega tradicional el texto y la melodía iban unidos. Sin embargo, los cantantes que ajustaban el texto de la misa para adaptarlo a la música usando su propio criterio, fueron condenados por el Concilio de Trento (1545-1563).

    Hoy en día, para recuperar gran parte de los antiguos conocimientos y el poder de la música, tropezamos con la dificultad de relacionar los antiguos modelos a las formas de consciencia modernas. Habría que afinar el nivel tonal de los tiempos antiguos al mundo de hoy. Nuestra propia energía y expresión difieren mucho de las de siglos atrás. Cuando aplicamos los principios musicales del pasado al presente, lo más importante no son las notas individuales sino la relación existente entre un tono y otro.

    La escala de la sociedad occidental es cromática. Incluye las ocho notas básicas a partir del do, y engloba asimismo los sostenidos y los bemoles intercalados. Sobre el piano, abarcaría no solamente las teclas blancas sino también las negras. Gran número de sociedades antiguas utilizaron una escala pentatónica: basada en cinco notas diferenciadas. Dicha escala es similar a las cinco teclas negras del piano. Sin embargo, éstas representan únicamente un arreglo entre las múltiples posibilidades de la escala pentatónica.

    Los tonos junto a las escalas confieren a cada sociedad sus propios y determinados sonidos. Por ello, algo que en nuestra sociedad puede sonar bien en otra puede parecer discordante o raro y viceversa. Es también la razón por la que determinado tipo de música oriental puede ser que no guste a los occidentales o que no la comprendan, lo que no significa que la música oriental sea discordante o falta de armonía. Cada sociedad al igual que cada persona – posee su propio sistema de energía; los occidentales utilizamos nuestras energías de una forma bastante distinta de cómo lo hacen los orientales, por lo que es lógico que la expresión de dicha energía a través de la música sea diferente.

    Lo que proporciona la fuerza o el impacto no es tanto el número de notas en una escala concreta sino más bien su sucesión. La relación entre una nota y la siguiente nos proporciona la clave para la utilización de la música en el campo de la revitalización y para alcanzar estadios superiores de consciencia. Lo que crea el impacto es el orden en que se ejecuta, junto al ritmo. Determinadas combinaciones de tonos y ritmos proporcionan efectos específicos a nuestros estados físicos, emocionales, mentales y espirituales. El orden y ritmo de los tonos, así como la mezcla de éstos en diversas melodías, constituye una fuente de magia. Podemos aprender a combinar tonos vocales o instrumentales – para vincular las energías del cuerpo. Podemos hacerlo para llegar con más facilidad a la revitalización, a la intuición, al sueño de la iluminación, a la comunión con los espíritus o para invocar presencias divinas.

    Elementos curativos de la música

    Podemos utilizar los ritmos musicales, tonos, instrumentos y vocalizaciones para que actúen recíprocamente con las diversas actividades de los sistemas fisiológicos del cuerpo. Para trabajar con la música en el campo de la curación es imprescindible comprender la relación que existe entre el sistema de los chakras y los aspectos físicos y sutiles de nuestras energías.

    Los chakras son los principales mediadores de toda la energía existente en el cuerpo y de la que penetra en él. Transmiten los impulsos electromagnéticos de nuestro sistema de energía. Los chakras absorben la energía y ayudan al cuerpo a distribuirla en sus distintas funciones físicas, emocionales, mentales y espirituales. Aunque no formen parte del cuerpo físico, vinculan el sutil campo de energía que rodea al cuerpo físico y sus distintas actividades.

    Los chakras se hallan básicamente conectados a las funciones del cuerpo físico por medio de las glándulas endocrinas y el sistema vertebral. Transmiten energía hacia adentro y afuera del cuerpo por medio de los distintos contactos vertebrales. La distribución se produce en todo el cuerpo a través de las vías nerviosas y el sistema circulatorio. En su recorrido, todos los órganos, tejidos y células reciben energía para sus distintas utilizaciones. Pueden utilizarse tonos, ritmos, instrumentos y vocalizaciones para estimular, equilibrar y establecer una relación recíproca con el fluido de energías electromagnéticas de los chakras. Puesto que conectan con lo físico, podemos utilizar los mismos tonos, ritmos, instrumentos y vocalizaciones para conseguir los efectos deseados en los órganos físicos y los sistemas del cuerpo correspondientes.

    A menudo no tenemos consciencia de que el cuerpo sabe cuidarse a sí mismo. Desgraciadamente, lo interferimos proporcionándole un alimento que no es adecuado, le hacemos trabajar en exceso, no le dejamos descansar, le exponemos a la tensión y a lo negativo. Aguantamos emociones y actitudes que producen un corto circuito en su fluido de energía, produciendo debilidad y desequilibrio. En estos momentos, los chakras intentan atraer una mayor cantidad de energía desde nuestros cuerpos sutiles hacia los físicos para contrarrestar el mal-estar. Si pretendemos corregir la disfunción, en primer lugar tenemos que restablecer el equilibrio en nuestro sistema de energía sutil y en la corriente de energía natural a través de lo físico. El sonido y la música constituyen la forma más efectiva y simple para restablecer el equilibrio. Los chakras y sus emanaciones electromagnéticas responden a tonos y vocalizaciones musicales específicos. Cuando se produce un desequilibrio, pueden utilizarse tonos específicos para restablecer la homeostasis a la función de nuestros aspectos electromagnéticos.

    Los tonos de la escala musical resuenan con los siete chakras principales del cuerpo. Cada chakra posee su nota tónica. El diapasón resulta muy efectivo para ello, aunque es caro. Podemos utilizar una simple y barata flauta para equilibrar la corriente de energía en un chakra en particular. Podemos también cantar un aire apropiado o interpretarlo con un instrumento musical; o bien interpretar una pieza musical escrita en una clave cuyo tono sea el primario del chakra desequilibrado. En muchas tiendas pueden adquirirse sintetizadores económicos con los cuales puede conseguirse el tono o las combinaciones de tono que han de ayudarnos a restablecer el equilibrio del centro de energía específico y su réplica fisiológica. Usaremos ciertos tonos para restablecer el equilibrio físico, emocional, mental o espiritual. El sonido sagrado tiene propiedades físicas y también metafísicas.

    Sonido y Chakras

    1.- Chakra base.-Proporciona la energía vital, pero bien estimulado puede ampliarnos la consciencia respecto a las propias aptitudes en una vida anterior y hacer disminuir los temores. Es la sede de la kundalini. Los sonidos sagrados que lo equilibran y estimulan son:
    – Tono do mayor
    – Bajo e instrumentos de percusión
    – Sonido vocálico de U larga.

    2.-Chakra sacro.-Es el centro que influye en las sensaciones y emociones. Está vinculado a la consciencia y a la creatividad. Controla la mayor parte de funciones referentes a la personalidad y puede estimularse para que la persona establezca comunicación con las energías y los seres en el plano etérico. Los sonidos sagrados que lo equilibran y estimulan son:
    – Tono re por encima del do mayor
    – Bajo, percusión, bronces e instrumentos de viento de madera
    – Sonido vocálico O larga.

    3.-Chakra del plexo solar.-Va ligado a la función de la clarisensibilidad y en general a las energías y experiencias psíquicas. Posee también vínculos con los procesos de pensamiento racional. Cuando se activa con objetivos no físicos puede revelarnos actitudes y capacidades de otras personas. Puede estimular nuestra sintonía hacia la influencia de la naturaleza. Los sonidos que lo equilibran y estimulan son:
    – Tono mi por encima del do mayor
    – Flautas, instrumentos de viento de madera, de cuerda y piano
    – Sonido vocálico de auh.

    4.-Chakra del corazón.-Este es el centro transmisor de los chakras; despierta la compasión y su expresión en nuestras vidas. A través de él expresamos el amor superior y las energías revitalizadoras. Adecuadamente estimulado, se consigue una visión sobre las fuerzas más profundas en plantas y animales. Despierta el conocimiento respecto a los sentimientos y disposiciones de los demás. Los sonidos que lo estimulan y equilibran son:
    – Tono fa por encima del do mayor
    – Arpa, órgano, flauta, carillón y todos los instrumentos de cuerda
    – Sonido vocálico de A larga.

    5.-Chakra de la garganta.-Este centro está vinculado a las funciones del hemisferio derecho y a las funciones creativas de la mente. Puede estimularse para aumentar la clariaudiencia, también para examinar los pensamientos de los demás (telepatía) y abre la consciencia para penetrar en las verdaderas leyes de los fenómenos naturales. Los sonidos sagrados que lo equilibran y estimulan son:
    – Tono sol por encima del do mayor
    – Arpa, órgano, piano e instrumentos de cuerda agudos
    – Sonidos vocálicos de E, I, U y A cortos.

    6.-Chakra de la frente.-Es el centro de la clarividencia superior y el magnetismo total del cuerpo (los aspectos femeninos de nuestras energías). Nos abre hacia percepciones mayores y más claras. Está implicado en el proceso de la imaginación y la visualización creativa. Nos lleva hacia la visión espiritual. Los sonidos que lo equilibran y estimulan son:
    – Tono la por encima del do mayor
    – Arpa, órgano, piano, carillón de viento e instrumentos de cuerda agudos
    – Sonido vocálico de E larga.

    7.-Chakra de la coronilla.-Este chakra es el vínculo con nuestra esencia espiritual. Nos sitúa junto a las fuerzas superiores del universo; es muy efectivo en la purificación de nuestros cuerpos sutiles, especialmente en cuanto a prepararlos como vehículos de consciencia aparte. Puede trasladarnos a todas nuestras vidas anteriores y a la forma en que hemos llegado a la presente encarnación. Es imprescindible a la hora de integrar nuestro yo espiritual con el yo físico en las circunstancias de nuestra vida actual. Los sonidos que lo equilibran y estimulan son:
    – Tono si por encima del do mayor
    – Arpa, órgano, piano, carillón de viento e instrumentos de cuerda agudos
    – Sonido vocálico de E larga.

    Ted Andrews
    Extractado por Pablo Cáceres
    de La Curación por la Música.-Ed. Martínez Roca S. A.

  7. Salams

    Gracias querida Fátima María, gracias a todos los que hacen posible todo lo bello hermoso.

    A Sheikh Dede siempre le agradeceré su sencillez, es con lo que me quedo pues en la sencillez está el Amor, todo lo demás todos lo conocen, estar con él es ver todo esto, sinceremante me hubiese gustado haberlo conocido antes, de todo esto me quedo con SH Abdul Karim eneagrama, y Sh Dede.

    Cada uno se involucra accede y camina segun su propósito, por eso existen colores, y formas de aplicarlos

    No soy una seguidora, aprecio a Sh Dede muchísimo, pero para mí mi maestro es SHEIKH NAZIM, sé que no tengo que seguirle, pues le siento en mi corazón, sí el me dice ven voy, con Dede, como Abdul karim, aprecio respeto, son geniales en sus trabajos y en sus formas de hacer el camino.

    Esto de las preguntas está genial, pues tener un acceso a alguien que es musulman desde siempre, pues es mejor, y ademas su experiencia trabajo, y canal de Maulana

    Así que desde aquí un Olé del corazón para Sh Dede por seguir en esa vía de sencillez humildad y accesibilidad

    Bendiciones

    1. Namaste querida Hawwa.

      Tu texto no queda muy veras, pues sé que si eres, te sientes muy Naqshbandi, pues siempre así lo has afirmado de forma muy continuada., te tomas en serio, todo el trabajao, creo que lo que quieres reflejar es que no eres seguidora asidua de los demas shaykh que se mueven por España,.

      He querido pronunciarme en tu nombre, espero sea acertado.

      1. Salams para tí Nuria, gracias por la explicación, gracias por todo lo que compartes, algunos textos los retiré y me ha venido bien releerlos.
        Querida Amal, como leeras donde está mi nombre aquí también hay cosas interesantes, nos vemos pronto.
        Bendiciones
        A la muerte del Profeta, comienzan los desgarramientos. Pero con los primeros califas
        llamados » Califas virtuosos “
        16
        , el tono todavía es la austeridad. “Abû Bakr (…) llevaba
        sólo un traje que cerraba con dos alfileres, lo que le valió el sobrenombre del hombre
        con dos agujas. Umar b. al-Khattab, que reinó también sobre el universo entero, se
        alimentaba de pan y de aceite de oliva, sus ropas fueron remendadas en una docena
        de lugares”. Bajo la dinastía de los Omeyas (661-750), particularmente a partir del
        cuarto califato, sobreviene una gran ruptura, la experiencia de lo Sagrado es olvidada
        en beneficio de la ganancia material de las conquistas. La capital es trasladada de La
        Meca a Damasco
        Poco a poco, la experiencia se estructura. Se reconocerán Maestros, que podrán guiar
        al novicio desde la Ley revelada (shar’ ia) hasta la Realidad divina (haqiqa). Esta vía (tariqa), que lleva el alma hacia Dios, contiene etapas como veremos más adelante.
        Pero la enseñanza del sufismo queda limitada a un círculo restringido de iniciados y es
        transmitida de modo oral hasta el siglo XI ya que los Sufíes, escapando de todo control,
        son perseguidos por los doctores de la Ley (ulemas) que ven en ellos un riesgo de
        perder su poder.
        De hecho, los Sufíes se apoyan más en lo que les dicta su experiencia interna que en la
        interpretación de los textos que constituye la ciencia de los ulemas. Para no correr el
        riesgo de ser encarcelados, trataron de no expresar en público su éxtasis místico: » ¡Oh,
        Dios! ¡En público, te llamo » Mi Señor «, pero cuando estoy solo te llamo » Oh! ¡Mi Amor!
        »
        29
        Para evitar la idolatría del peregrinaje a La Meca y a la Kaaba, incitaban a las personas
        más bien a concentrarse en el “Señor de la casa”
        30
        .
        Si la iniciación al sufismo se limita a poca gente, los conciertos espirituales sufíes
        (samâ) son populares, están compuestos de cantos religiosos, acompañados a veces
        de tambores, flautas y danzas sagradas a las cuales se agregará más tarde la práctica
        del dhikr colectivo. Estas prácticas de éxtasis aparecen en el siglo IX y son mal
        percibidas por los ortodoxos conservadores que las consideran como resurgimientos de
        prácticas paganas.
        “Verdad
        31
        , no te hemos encontrado,
        Por ello con nuestra danza golpeamos el suelo
        ¿Se reprochará la danza al vagabundo loco de Ti que yo soy?
        A tu valle vamos
        Por ello golpeamos el suelo.

  8. Aceptar el refugio de los pies de loto de un Maestro Espiritualfidedigno.2.

    Llegar a ser iniciado por el Maestro Espiritual y aprender de élcómo ejecutar el Servicio Devocional.3.

    Obedecer las órdenes del Maestro Espiritual con fe y devoción.4.

    Seguir los pasos de los grandes Acaryas o maestros bajo ladirección del Maestro Espiritual5.

    Inquirir del Maestro Espiritual sobre cómo progresar en eldesarrollo de Conciencia de Krsna.6.

    Estar dispuesto a abandonar cualquier cosa material para lasatisfacción de Krsna. Esto significa: abandonar algunas cosasque quizá no nos guste abandonar, y aceptar otras que quizá nonos guste aceptar.7.

    Residir en un lugar sagrado de peregrinación.8.

    Tratar con el mundo material únicamente lo necesario.9.

    Observar el día de ayuno durante Ekádasi, y10.

    Adorar a los árboles sagrados.Estos diez principios son los preliminares para comenzar eldesempeño del Servicio Devocional bajo los principios regulativos. De loscuales los tres primeros se consideran los más importantes. Si un devotoneófito observa al comienzo los diez principios antes mencionados, esseguro que logrará rápidamente un buen avance en el desarrollo de suConciencia de Krsna. Sin seguir estos diez principios, uno no puedeelevarse correctamente a la plataforma del
    SÂDHANA-BHAKTI
    o ServicioDevocional amoroso en la etapa de
    vaidhi-bhakti

    http://es.scribd.com/doc/29762135/Sadhana-bhakti

  9. Muy bello todo lo que cien en este blogm, solo hay un pequeño fallo, del cual nadie se ha dado cuenta ¿que tien que ver todo esto con el sufismo y con el Islam? acasa seyidna Muhammad hizo giro derviche, o construyo tumbas vacias etc etc etc. Solo el autentico sufismo pertenece ala tradicicon islamica, y es el unico camino hacia Allah y hacia la purificacion del ego, el resto es solo ego……………..

    1. AsSalamo alaykum wrwb. Este es un blog sobre psicología, literatura, espiritualidad y también sobre sufismo. Está elaborando de esa manera siguiendo la orden de nuestro maestro. A nosotros nos parece que precisamente para superar el ego hay que seguir un maestro y sin él no hay sufismo. Mawlana nos enseña el Islam de Ahl Sunna wal Yamma pero no desprecia otras expresiones de espiritualidad. Y si el giro derviche, es decir, la tariqa mevlevi, no es sufismo no sé lo que será. A lo mejor no eres afín con esa forma de expresión espiritual o no te parece un Islam correcto, pero sin duda es sufismo y no conozco ningún estudioso serio que lo niegue. Y hay muchas prácticas, Bida Hasanat, que se hacen sin que lo hiciera nuestro amado S. Muhammad (Sws), como por ejemplo la compilación del Corán de s. Uzman (ra), usar tasbih (en casi todas las tariqas) y un largo etcétera. Seguro que conoces el Hadiz que dice que el que hace una innovación beneficiosa se beneficia también por todos los que la realicen. En cualquier caso, muchas gracias por comentar, también hay hadices que dicen que la disparidad de criterios dentro de la ummah puede ser positiva. Un saludo, bendiciones y siguiendo la sunnah de nuestro Profeta (sws) me despido con Saludos de Paz para ti.

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