En todas las actividades exteriores mantente interiormente libre. Aprende a no identificarte a ti mismo con cualquier cosa. La habilidad de remover la conciencia de lo exterior, y luego volver a conectarla.
La reclusión (khalwat), significa estar exteriormente con gente mientras uno se mantiene interiormente con Dios. También existen dos tipos de reclusión. La primera es la reclusión externa, y la segunda es la reclusión interna.
La reclusión externa requiere que el seguidor se retire a un lugar privado sin gente. Quedándose solo, se concentra y medita en el dikhr Allah, el recuerdo de Dios, para llegar a un estado en el que el dominio espiritual se hace manifiesto. Cuando encadena sus sentidos externos, sus sentidos internos estarán libres de alcanzar el dominio espiritual. Esto lo llevará a la segunda categoría: reclusión interna.
La reclusión interior significa reclusión entre la gente. El corazón del seguidor debe estar presente con su Señor y ausente de las creaciones mientras se mantiene físicamente presente entre ellos. Se dice,
El seguidor estará tan profundamente envuelto en el dikhr silencioso en su corazón que, aunque entre en una multitud de personas, no escuchará sus voces. El estado de dikhr lo subyugará. La manifestación de la Presencia Divina lo envolverá haciéndolo inconsciente de todo salvo de su reclusión, como se mencionó en el Santo Corán, ‘Gente a quienes ni los negocios ni los beneficios los distraen de la reunión con Dios’ [24:37]. Esta es el camino de la Orden Naqshbandi.
La principal reclusión de los Sheikhs de la Orden Naqshbandi es la reclusión interna. Ellos están con su Señor y simultáneamente están con la gente. Como el Profeta (la paz sea con él) dijo, «Yo tengo dos lados: uno mira hacia mi Creador, y uno mira hacia la creación.» Shah Naqshband enfatizó lo bueno de las reuniones cuando dijo, «Nuestro Camino es la compañía, y todo lo bueno está en la reunión.»
Se dice que el creyente que puede mezclarse con la gente y cargar con sus dificultades es mejor que el creyente que se mantiene lejos de la gente. Sobre ese punto delicado Imam Rabbani dice,
Debe saberse que al comienzo el seguidor usará la reclusión externa para aislarse a sí mismo de la gente, alabando y concentrándose en Dios, Todopoderoso y Exaltado, hasta que alcanza un nivel superior. En ese momento será aconsejado por su Sheikh, en las palabras de Sayyid al-Kharraz, ‘La Perfección no se encuentra en la exhibición de poderes milagrosos, sino que la perfección es sentarse entre la gente, comprar y vender, casarse y tener hijos; y sin embargo nunca dejar la presencia de Dios ni siquiera por un momento.’
Recuerdo :
Recuerda a tu Amigo (Dios). Que la plegaria de tu boca sea la plegaria de tu corazón. El termino de Abdul Khaliq fue yad kard. Yad (recuerdo) es dhikr y kard es hacer el dhikr. La acción del dhikr es la esencia o el corazón del recuerdo. El seguidor debe recitar el dhikr a través de la negación y afirmación con su lengua hasta que alcance el estado de contemplación en su corazón. Ese estado será logrado recitando todos los días la negación (la ilaha) y la afirmación (ill-Allah) con la lengua, entre 5000 y 10000 veces, removiendo del corazón los elementos que lo llenan de herrumbre y lo manchan. Este dhikr lustra el corazón y lleva al seguidor al estado de manifestación. Debe mantener ese dhikr diario, tanto con el corazón o con la lengua, repitiendo Allah, el Nombre de la Esencia de Dios que abarca todos los otros nombres y Atributos, o a través de la negación y afirmación diciendo la ilaha ill-Allah. Este dhikr diario llevará al seguidor a la presencia perfecta del Uno que es glorificado.
El dhikr a través de la negación y afirmación, de acuerdo a la manera de los maestros Sufíes Naqshbandi, requiere que el seguidor cierre sus ojos, cierre su boca, apriete sus dientes, presiones su lengua hacia el paladar, y mantenga su respiración. Deberá recitar el dhikr con el corazón, con la negación y afirmación, comenzando con la palabra la («no»). Alza esta «la» desde debajo de su ombligo hasta su cerebro. Cuando la palabra «la» llega al cerebro dice la palabra ilaha («dios»), se mueve desde el cerebro hacia el hombro izquierdo, y golpea el corazón con ill-Allah («excepto Dios»). Cuando esa palabra golpea el corazón, su energía y calor se desparraman a todas las partes del cuerpo.
El seguidor que ha negado todo lo que existe en este mundo con las palabras la ilaha, afirma con las palabras ill-Allah que todo lo que existe ha sido aniquilado en la Presencia Divina. El seguidor repite esto con cada respiración, inhalando y exhalando, siempre haciéndolo ir al corazón, de acuerdo al numero de veces prescrito por su Sheikh. El seguidor eventualmente alcanzará el estado donde en una respiración podrá repetir la ilaha illa-Allah veintitrés veces. Un Sheikh perfecto puede repetir la ilaha ill-Allah un numero infinito de veces en cada respiración. El significado de esta práctica es que el único objetivo es Allah y que no hay otro objetivo para nosotros. La comprensión de la Presencia Divina como Única Existencia, despierta en el corazón del discípulo el amor al Profeta (la paz sea con él) y al mismo tiempo dice, Muhammadur Rasul Allah («Muhammad es el Profeta de Dios»), que es el corazón de la Presencia Divina.