«Hubo un tiempo en que yo rechazaba a mi prójimo
si su religión no era como la mía.
Pero ahora mi corazón se ha convertido en receptáculo
de todas las formas religiosas:
es pradera de gacelas y claustro de monjes cristianos,
templo de ídolos y Kaaba de peregrinos,
Tablas de la Ley y Pliegos del Corán.
Porque profeso la religión del Amor
y voy a donde quiera que vaya su cabalgadura.
Porque el Amor es mi credo y mi fe.»
«Cada cual reza con lo que cree; su Dios es hechura de sí mismo, y al rezar, se honra a sí mismo.
Por eso anatematiza las creencias de los demás; lo cual no haría si fuese justo,
porque el desagrado hacia la religión ajena se basa en la ignorancia.»
Ibn Arabi (Abenarabi)
Filósofo, poeta y místico sufí nacido en Murcia